miércoles, octubre 30, 2019


Este curso tengo la suerte de contar con muchas alumnas lectoras porque, sí, básicamente son chicas. Les gusta leer y les gusta compartir sus lecturas conmigo, es más, me prestan con total generosidad sus libros que yo trato de leer a la velocidad del rayo para no defraudarlas y para comentar con ellas qué me ha parecido y establecer, así, un diálogo sobre letras y autores, sobre lo importante y lo secundario.
Esta vez, he leído Bajo la misma estrella, El puzzle de cristal  y El día que el océano te mire a los ojos. Si a mis alumnas de 4 de la ESO les han enganchado estos libros, podrá pasar lo mismo con otros lectores.


Bajo la misma estrella,
John Green,
Nube de tinta, 2012


Edurne es quien me ha prestado el libro, lleno de posits de colores con el ruego de que no se los cambie de sitio. Así he hecho.
La novela, de la cual se ha hecho una conocida versión cinematografica, ahonda en la fibra más sensible del ser humano y se dirige, directamente, al público adolescentes puesto que los dos protagonistas son adolescentes. Hazel, de 16años, es una joven brillante y muy inteligente, enferma de cáncer de tiroides que se ha extendido a los pulmones y participante de un programa que experimenta con su enfermedad y que parece haberla detenido. Impulsada por su madre, participa en un grupo de apoyo y conoce a August, otro joven al que le han amputado la pierna también a causa de un cáncer. Entre los dos se establece una corriente de atracción que resulta emocionante y emotiva para el lector quien sigue, con el alma en vilo, su historia condenada, a causa de la enfermedad, a terminar. A Hazel le gusta mucho la novela "Un dolor imperial" y es tanto su afán que August hace realidad su sueño de ir a Amsterdam a conocer al autor, aunque no sea un encuentro demasiado positivo, al menos en un primer momento.
"Bajo la misma estrella" es una novela de superación, emotiva, fácil de leer que hace reflexionar a los lectores y que nos sitúa frente a una enfermedad cruel que va minando la parte física sin clemencia. Hazel y August viven una conmovedora historia de amor, llena de momentos dolorosos, pero también de ingenio y de humor y, sin duda, de esperanza.

El puzzle de cristal,
Blue Jeans,
Planeta, 2019

Francisco de Paula Fernández González es el autor de la novela, quien utiliza el pseudónomo Blue Jeans para llegar de manera más directa. Blue Jeans ha encontrado una fórmula perfecta, la de la novela negra protagonizada por unos mismos personajes en forma de trilogía con un final abierto y un ritmo trepidante que no deja al lector indiferente.
Candela es quien me ha prestado el libro, que he leído en cuatro noches, con creciente interés porque, aunque ya me advirtió Candela, continua con los personajes de la primera parte, "La chica invisible", se puede entender muy bien y seguir la peripecia de los personajes. En esta ocasión Julia, la joven protagonista, está muy deprimida por la explosión del metro que tuvo que sufrir, ella y sus amigos. Decide ir a visitar a su abuela porque ha recibido una extraña llamada telefónica de un amigo de su antiguo novio, Iván Pardo. El amigo, Hugo Velero, muere en extrañas circunstancias y aquí se inicia la trama trepidante y llena de incógnitas hasta un final bien trabajado.
En la novela interesa mucho la figura de la abuela, una mujer ciertamente vital, amante de las novelas de misterio, que disfruta enormente con el caso.
En la novela hay otros personajes, Emilio, Vanessa, Ingrid, los compañeros del piso de Iván... Poco a poco se va tejiendo una tela de araña que desvela más de un misterio y más de una contradicción de nuestra sociedad. Las redes sociales y su fuerza, para bien y para mal, el móvil, internet... todo forma parte de esta historia bien construida y con mucho gancho.


El día que el océano te mire a los ojos,
Dulcinea,
Rocabolsillo, 2017

Martina es, en esta ocasión, quien me ha prestado este libro que también forma parte de una trilogía, aunque se puede leer de manera independiente.
Dulcinea es el pseudónimo de Paola Calasanz, la joven youtuber que tan éxito está teniendo entre los jóvenes.
La novela, escrita en primera persona, narra la disyuntiva de Aurora, una joven libre, creativa e impulsiva, que es diagnosticada de una enfermedad terminal a la vez que descubre que su novio la engaña con otra persona. En la vida de Aurora todo se comienza a mover. Ella tiene una cosa clara, no quiere dar pena y aprovecha para vivir sus últimos meses de vida de una manera consciente e intensa. Al pueblo llega Narel, el guardafauna marino, y su hija, la pequeña Sam. La vida de Aurora se trastoca de arriba abajo y, con este cambio, llega también su transformación como persona.
El lector seguirá el pensamiento de Aurora y aprenderá a meterse en su piel y a vivir con ella momentos irrepetibles, llenos de ternura, de sensualidad y de conciencia ecológica. El ritmo narrativo es ágil y nos lleva a un final un tanto previsible pero no excento de fuerza. 

Con estas tres lecturas, observamos que hay valores como la amistad, la solidaridad, el amor, el afecto, la lucha por lo que uno quiere, la obstinación... y también ciertas críticas a la sociedad, consumista, hipócrita, de usar y quitar, asi como la llamada a la necesidad de un cambio en nuestras vidas, no solo particulares, sino en lo que afecta al mundo. Todas, en fin, son de alguna manera novelas iniciáticas.


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