domingo, septiembre 30, 2012




Pupi es un personaje que encanta a los más pequeños porque es entrañable. Pupi se equivoca muy a menudo con el vocabulario, aunque se divierte mucho y, gracias a esos equívocos, se crean situaciones divertidísimas. Pero… ¿quién es Pupi? ¿Qué cualidades tiene para resultar tan simpático?
Un buen día, Pupi aterrizó de manera forzosa en el patio del colegio donde estudian las gemelas Bego y Blanca. Procedía del planeta Azulón. Al preguntarle si se había hecho pupa, él creyó que le decían “pupi”, de ahí su nombre. A Pupi le ha gustado tanto la Tierra que se ha quedado en ella, para deleite de todos sus amigos. Vive en casa de Concha, la conserje del colegio, y, con las gemelas y varios niños más se lo pasa genial, aunque siempre tropieza con Coque que es un impertinente consentido.
Con Pupi los pequeños lectores conocerán múltiples peripecias. Aprenderán a ver lo más cotidiano y su propia realidad a través de los ojos del marciano que logra, de esa manera, hacerlo todo más mágico e increíble.
De la mano de su creadora, María Menéndez-Ponte, Pupi ha ido a la playa, ha sido futbolista, ha ido al hospital, ha sabido qué son los fantasmas e, incluso, ha participado, en una de sus últimas aventuras,  en un Halloween más que mágico. Es más, Pupi ha aprendido a cocinar a su manera, ha entendido más o menos  las reglas del juego, se ha enfadado y se ha alegrado, se ha indignado y su nariz se ha puesto muy colorada… y, sobre todo, ha hecho partir de risa a todos con sus ocurrencias sencillamente geniales. Pupi ha enredado en el baño con la espuma, ha tratado de elaborar un super-bizcocho e, incluso, ha sido capaz de valorar el silencio. Pupi también ha celebrado su cumpleaños en la Tierra y ha averiguado qué es una peluquería y mil cosas más. Además, por derecho propio, Pupi ha acuñado en un libro titulado “Pupipedia” aquellos momentos, cosas o situaciones que más le han impactado. Todo aquello que, por decirlo a su manera, es “estufefástico”.
La Pupimanía está entre nosotros y los niños pueden no solo leer sus aventuras, sino jugar con Pupi (“Pupijuego”) o aprender inglés (“Pupi aprende inglés”); es más también pueden colorearlo gracias a un cuaderno editado para ese fin y que se vende con las ceras.
Pupi, no podía faltar,  ha escrito su diario para compartir con sus “omigos” terrestres todo aquello que le fascina y le emociona. Gracias al “Pupiatlas”, por otra parte, los lectores vivirán “trillones de aventuras”.
María Menéndez-Ponte recrea con maestría una situación especial –y algo tópica-, como es la de un marciano en la Tierra, aunque le ha dado unos matices llenos de humor y gracia. Ha sabido incluir lo que, en principio, podía inquietar, en la normalidad de los niños porque Pupi, con todas sus características, acaba siendo un más de la pandilla.
La editorial SM ha apostado fuerte por este pequeño personaje tan lleno de “ternera” como diría él y lo ha arropado, como acabamos de ver, de todo un mundo hecho a su medida.
El universo de Pupi y sus amigos está ilustrado por Javier Andrada. Andrada recoge con frescura y humor todas las peripecias que le suceden a Pupi y las plasma, siguiendo la aventura escrita, de forma muy sugerente para que los niños puedan darle, de manera infalible, una imagen  real y concreta al marciano azul, de cara redonda y nariz roja.
En suma, Pupi es el compañero ideal de los más pequeños. Nadie como Pupi sabe entender su manera de pensar y nadie como él sabe hacerlos reír. Así que no hay mejor manera  para empezar a leer que hacerlo de la mano de Pupi.

Publicado en Pizca de Papel

martes, septiembre 25, 2012

Mina San Telmo y el museo maldito (Un misterio policíaco sobre el arte moderno)
Javier Martínez,
Edebé, 2012.


Mina San Telmo es una niña de doce años y podría decirse que tiene una vida normal, de no ser por un pequeño detalle: es ya una escritora de prestigio gracias a su novela policíaca “La horrible muerte de Jeremías Blunt”. Mina vive con su tía Ágata y su hermano Rob, ya que sus padres, por distintos motivos, se encuentran de viaje. La joven promesa literaria se caracteriza por sus agudas dotes de observación y por una fina ironía que nunca abandona. Es un personaje realmente singular y, sin duda, causará sensación entre los jóvenes lectores.
Javier Martínez, el autor, inventa una trama muy bien orquestada, ya que él mismo se sitúa, por decirlo de alguna manera, al mismo nivel que los personajes. ¿Quién es más criatura de ficción? ¿Javier Martínez o Mina? Para el lector, ambos se nos antojan reales, muy reales.
“Mina San Telmo y el museo maldito” es in libro singular porque no es una novela sobre arte moderno ni una novela policíaca sin más, ya que une, de una manera curiosa y muy atractiva, suspense, aventura, emoción con erudición y eso es muy difícil de conseguir. Cuando un joven lector sospecha que su lectura está teñida de didactismo, suele dejarla, ya que no es eso lo que busca en la lectura. Ahora bien, garantizamos que no ocurrirá lo mismo con el texto que nos ocupa, ya que la información académica que contiene, y muy certera y documentada, se ofrece contextualizada con la historia y más bien es un ingrediente más del relato.
Mina San Telmo ve como su estrella literaria decae y recibe el encargo insólito de su editor, el Sr. Ling, de escribir una novela sobre arte moderno. Lo acepta porque tiene una idea, una idea disparatada que acaba fructificando. Así viaja a Londres y a París, en compañía de su tía y su hermano, para tratar de investigar el caso del asesinato de un coleccionista de arte al que robaron un único cuadro, firmado por un tal Sebastián Onka. Con la ayuda de un atípico inspector de policía, Weller, antiguo marchante de arte y buen conocedor de la pintura moderna, van, poco a poco, descubriendo toda una trama en torno al robo de grandes obras del arte moderno. No obstante, no es ésta la novela que acaba escribiendo Mina para su editor sino otra, que el lector no conoce, titulada “La horrible segunda muerte de Jeremías Blunt” que vuelve a ser un gran éxito de ventas.
Ahora bien… ¿quién escribe el relato que estamos reseñando? Pues el propio autor, Javier Martínez que, con la ayuda de los personajes, organiza un relato policíaco, sugerente y rápido de leer al que no le falta ningún ingrediente propio del género, pero que, como ya dijimos, tiene la virtud de ofrecer un paseo lúcido y claro por la pintura moderna, de la que se reproducen ciertos cuadros y de la que se dan muchas claves informativas. Van Gogh, Gauguin, Picasso, Frida Kahlo, Cézanne, Dalí, Gustav Klimt, Monet, René Magritte y tantos otros son piezas del puzzle en que se convierte “Mina San Telmo y el museo maldito”. No podemos olvidar, sin duda, los propios movimientos pictóricos y la línea sincrónica que se traza con acierto, sin dejar de lado referencias a escritores tan sugerentes como pueden ser Tolkien o Lewis Carroll.
Las situaciones y los personajes con los que se encuentra Mina son también curiosos, por no decir excéntricos y casi esperpénticos en muchos momentos. Los diálogos son uno de los ejes vertebradotes de la novela y permiten que el lector, joven o no tan joven, se acerque a la pintura moderna sin casi saberlo y entienda que, en el fondo, los artistas “escogían los estilos, o creaban estilos nuevos, para ponerlos en lugar del estilo que todo el mundo a su alrededor encontraría normal”.
En suma, un excelente libro para lectores exigentes, primer título de una colección de libros, publicada por Edebé, que seguirá su andadura por el mundo del cine y de la ciencia. Esperamos, con impaciencia, las próximas entregas protagonizadas por Mina San Telmo.









viernes, septiembre 21, 2012

de María García Esperón,
Amigos de Papel, 2012,
Ilustrado por Yolanda Falagán.


El Duende No, de María García Esperón, es uno de esos relatos deliciosos que, de forma mágica, aborda un asunto de vital importancia en la niñez: la necesidad de tener los propios criterios y de aprender a defenderlos. Es lo que le ocurre a la pequeña Sol, quien, deseosa de agradar a su amiga Alexia, algo mayor que ella, le concede todos los caprichos. Sol parece depender de Alexia aunque no le guste, pero no sabe cómo hacerlo. ¿Cómo puede decirle sin que se enfade que las niñas no se invitan solas sino que esperan a que las inviten? ¿Cómo hacerle saber lo importantes que son sus zapatos rojos para ella? Y, pese a todo, acaba invitándola a su casa, jugando a lo que no le gusta y regalándole sus zapatos especiales… hasta que sucede algo y ahí irrumpe la fantasía en forma de duende, un duende que vive en el armario de Sol y le enseña a decir “No”. Ni más ni menos. No si algo no le gusta. No si algo no le parece bien. No si algo no le apetece.
Sol descubre que puede decir no sin que ocurra nada y se siente liberada y contenta. Descubre, gracias al amigo duende, que los verdaderos amigos no son los que te obligan a nada, sino los que están contigo.
El Duende No es un libro muy apropiado para las primeras edades que ayudará a los niños a crear su propia personalidad y a reflexionar acerca de lo que está bien y lo que está mal, pero sin didactismos trasnochados, de una manera fresca y directa.
María García Esperón conoce bien el universo infantil y sabe de los sufrimientos de los pequeños a la hora de mantener una amistad. La escritora mexicana se atreve a ahondar en ese espacio privado, que todos hemos tenido alguna vez, y darle una luz especial, la luz de las ideas propias. Sol necesitaba un pequeño empujón para enfrentarse al dominio de Alexia quien, pese a ser una niña, ya se muestra déspota con la pequeña. ¿Cuántas relaciones existirán así? Y no solo en el mundo infantil, por supuesto.
El duende No acaso no exista, acaso sí, no lo sabemos, pero sí sabemos que come galletas de canela y que le da a Sol la fuerza suficiente como para decir “No” y no sentirse culpable por ello.
El libro, editado de manera exquisita por Amigos de Papel, está ilustrado por Yolanda Falagán de una manera también mágica, recreando todos los momentos con especial ternura y haciendo hincapié en lo que a Sol más le preocupa: desprenderse de los zapatos rojos que le regaló su padre.
En suma, El duende No, es un cuento que gustará a los niños, por supuesto, y ayudará a los mayores en esta difícil tarea que es educar sin dominar.