domingo, febrero 16, 2020

"Medio pan y un libro",
Federico García Lorca,
Kalandraka, 2020
Texto en español, gallego, catalán y euskera

Federico García Lorca es, acaso, uno de los poetas más conocidos no solo por su obra, sino por su talante especial y, por desgracia, por su muerte prematura y violenta. La obra de Lorca está cruzada por la premonición, el destino y la muerte, aunque él, como persona, en su trato con los demás, mostró siempre una cara amable y alegre. De Lorca destacan quienes lo conocieron su magnetismo y su vivacidad. Por eso, no es de extrañar, que levantara grandes pasiones a la vez que grandes odios porque era un ser especial, tocado por la gracia de la palabra y la inmortalidad del arte.
En 1931, en septiembre, a García Lorca lo invitan a que inaugure la biblioteca de su pueblo natal, Fuente Vaqueros. El poeta acepta con orgullo esta distinción y lee ante su pueblo el discurso que hoy nos ocupa y que ha sido publicado en forma de libro por Kalandraka.
"Medio pan y un libro" es, en primer lugar, un alegato a favor de la libertad y de la cultura, de la necesidad que todos los seres humanos tienen de instrucción. Nos recuerda la consigna de Joaquín Costa, el autor regeneracionista, quien, años antes, y con seguridad fue conocido por Lorca, dijo aquello de que lo que hacía falta en España era "Despensa y escuela". Muy a favor esta Lorca quien aún afina y concreta más, como bien podemos leer en las siguientes líneas: "No solo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que todos los pueblos piden a gritos". 
En el discurso, el poeta nos habla de su pueblo al que ensalza y ennoblece, para pasar a comentar el deseo del ser humano de aprender que se plasma en la creación de la escritura y la búsqueda de distintos soportes para poder emplearla. Lorca repasa cronológicamente desde la piedra hasta la imprenta el anhelo que todo hombre, toda civilización tiene del libro; a la vez que rechaza frontalmente la ignorancia, en forma de guerra o de violencia sin más, que ha acabado con tantas bibliotecas y tantos libros.
García Lorca habla del presente, pero también de la deuda que tenemos con el pasado, así como la proyección hacia el futuro, porque tiene muy claro que hay que trabajar con ahínco por las generaciones que vendrán. Lorca se muestra confiado y esperanzado y arenga a sus conciudadanos a colaborar para que esta biblioteca sea solo el principio de muchas más. Para el poeta hay una verdad esencial que se obstina en transmitir: "...el hombre sigue luchando con las uñas, con los ojos, con la sangre, por eternizar, por difundir, por fijar el pensamiento y la belleza".
Pese a que han pasado casi 89 años desde este discurso, su contenido sigue siendo vigente, más vigente que nunca podríamos decir. Nuestra sociedad necesita modelos de cultura, fuentes de sabiduría que le permitan formarse y crecer en libertad. Necesitamos contagiarnos de la pasión del poeta para rechazar aquellas consignas que nos anclan en la ignorancia y para tratar de mantener vivo ese anhelo humano que tiende hacia el infinito. Conviene que aquellos que tengan influencia y ocupen puestos de responsabilidad no olviden que la cultura, como bien nos recuerda el poeta, es la "única salvación de los pueblos".


domingo, febrero 09, 2020

"Hoy es siempre todavía"
(Antología poética)
Antonio Machado,
Selección y prólogo de Anabel Sáiz
Algar, 2020

Con inmensa alegría presento esta Antología que la editorial Algar ha tenido la deferencia y confianza de encargarme. Don Antonio Machado siempre ha sido un poeta cercano para mí, de ahí la enorme ilusión que he sentido al realizar este trabajo. Se trata de una muestra muy amplia de la obra del poeta sevillano, de la que se ha suprimido la prosa, pero sí se ha incluido, íntegro, el romance "La tierra de Alvargonzález".
Si el lector lo desea, en el prólogo encontrará las claves para entender tanto la poesía como la vida del poeta, así como algunas pinceladas del tiempo que le tocó vivir.
Es una antología que aparece en una colección juvenil, lo cual es una oportunidad de que los versos del poeta lleguen a chicos y chicas que aún no los han leído y que podrán disfrutarlos, como si fueran nuevos, ya que la poesía de don Antonio Machado nunca envejecerá, al contrario, va ganando juventud conforme pasan los años. Muy bien nos dejó dicho que, para él, "poesía era palabra en el tiempo". Ojalá esa palabra llegue a muchos lectores.

"12 poemas de Antonio Machado"
Ilustrados por Pablo Auladell
Kalandraka, 2020

Don Antonio Machado siempre tendrá algo que decirnos porque su palabra, generación a generación, se sigue escuchando pura y nítida. De ahí que sea una idea excelente introducir a los niños de hoy en día en la lectura de un poeta atemporal quien, justamente, defendió que la poesía era "palabra en el tiempo". Nadie como don Antonio para hablarnos de la infancia, del recuerdo que dejó en él, ya adulto, su niñez o del paso del tiempo, siempre cambiante y burlón o de los sueños, de los que nunca se sabe a ciencia cierta si son verdad o no. El poeta sevillano escribió acerca de los limones de su infancia, acerca de la nostalgia de sentirse aún niño en un cuerpo de adulto; pero también supo ver qué había detrás del paisaje, no solo emociones, sino vivencias y personas que lo habitaban.  No desdeñó temas más duros como la muerte, la de sus amigos y referentes, la de su amada esposa-niña Leonor, la de Federico García Lorca, la de él mismo, siempre premonitoria.
La selección que presenta Kalandraka está realizada por Manuela Rodríguez y Antonio Rubio. Muy difícil habrá sido para ellos escoger solo doce poemas, pero lo han hecho con soltura y acierto. En el libro hay una evolución marcada desde el Machado de las "Soledades", hasta el de "Campos de Castilla" e, incluso, la elegía dedicada al asesinato de García Lorca. Poemas tan emblemáticos y conocidos como "He andado muchos caminos", "Pegasos, lindos pegasos", "Recuerdo infantil", "Las moscas", "La saeta", "A un olmo seco" o "Retrato", el poema que inicia "Campos de Castilla" y que se ha escogido para cerrar el libro por su fuerte carácter autobiográfico. Son poemas musicales, de distinta métrica, algunos de ellos muy conocidos por las versiones de Joan Manuel Serrat, que se ofrecen, limpios y emocionados, al niño de hoy pues la poesía de Antonio Machado no tiene edad, ya que, como él mismo dejó escrito, "Hoy es siempre todavía".
Nos interesa mucho destacar las ilustraciones de Pablo Auladell que no ocultan la esencia machadiana, ni la desdibujan, antes la dibujan de manera potente y muy directa. Gracias a estas ilustraciones elegantes, de suaves pinceladas y claroscuros, es más fácil entender la atmósfera machadiana, su esencia, esa continua nostalgia del mundo mágico, de su infancia, del sol de su Sevilla natal. Como muy bien nos dice el propio Pablo Auladell, tal vez don Antonio, el poeta bueno por excelencia, siempre estuvo en el Palacio de las Dueñas y desde allí, a través de los sueños, las galerías y la evocación, nos habló del tiempo, del agua que fluye, de las fuentes amigas y hermanas siempre con honestidad, sobriedad y rigor. De ahí que las ilustraciones evoquen, como no podría ser de otra manera, ese lugar al que todo quisiéramos volver algún día y que algún poeta calificó de verdadera patria del hombre. Don Antonio Machado lo sabía muy bien.