domingo, mayo 16, 2021

"El verano de los cisnes",

Betsy Byars

La Galera (19 edición, 2018).

 

"El verano de los cisnes" se publicó por primera vez en 1984; desde entonces no ha dejado de leerse y de crear lectores entre los que han decidido internarse en la historia que relata la autora.

El relato transcurre durante un verano y se centra en la evolución personal de su principal protagonista, Sara. La joven, con 14 años, vive una adolescencia complicada y se siente muy insatisfecha consigo misma y con su entorno. Para empezar opina que, si se compara con su hermana, es muy fea. Tampoco le gusta su tía, quien las cuida desde que murió su madre. Empieza a no soportar a su hermano, que tiene una deficiencia psíquica y, por si fuera poco, juzga que su padre los ha abandonado, aunque, en realidad, está trabajando para mantenerlos. También tiene muchos prejuicios y se deja llevar por la primera impresión y por su propia visceralidad. Sara, en suma, no se soporta.

Ese verano los cisnes que, habitualmente viven en el lago de la universidad, han decidido pasar unos días en el del pueblo de Sara, en los Estados Unidos, un pueblo pequeño, del sur, en donde nunca pasa nada. Sara va a verlos con  su hermano, aunque tiene poca paciencia para seguir su ritmo.

Esa noche, el niño se asusta, se siente solo y contrariado y se va de su casa. Se pierde en el bosque y, en ese momento, la narradora bucea en su mente y logra un momento de absoluta genialidad literaria porque permite que los lectores puedan comprender a ese niño solo, confundido, mudo, desesperado.

Con la búsqueda del hermano, Sara descubre varias cosas. Una, que el chico al que ella odiaba, Joe, puede ser mejor persona de lo que ella creía e, incluso, algo más en su vida. Descubre la verdadera esencia de su padre y de su tía y descubre que tiene con su hermano una comunicación más allá de las palabras.

Los cisnes, en toda la historia, son como un símbolo, de libertad, de cambio, de búsgueda, como le sucede a Sara quien no acaba el verano como lo empezó, ni mucho menos.

En la novela, contada en tercera persona, hay mucho diálogo, lo que favorece el conocimiento directo e los personajes y bastante introspección psicológica. Es una historia intimista, que se lee con rapidez porque, desde el primer momento, atrapa ya que los personajes, redondos, están magistralmente retratados.

En suma, "El verano de los cisnes", todo un clásico de la literatura juvenil, sigue perfectamente vigente.


 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.