El juramento de los Centenera
Lydia Carreras de Sosa,
Zaragoza, Edelvives, 2010.
(Alandar 99)
El relato, perfectamente trabado, está escrito en primera persona por uno de sus principales protagonistas, el joven Josep, quien, desde el pasado decide recuperar un momento especialmente duro de su vida. La acción sucede en los primeros años del S. XX. Los hermanos Centenera, huérfanos de padre y madre, deciden seguir con el proyecto de sus progenitores y embarcan para Argentina en busca de un mundo mejor. Solo la hermana mayor, Lupe, decide quedarse y acepta una boda desigual. El resto de hermanos, Francisco, Josep, María y los gemelos Salvador y Domingo parten hacia la nueva tierra, aunque en el viaje algo los rompe para siempre. María es retrasada mental y necesita muchos cuidados, los hermanos se los quieren dar, pero también se sienten desbordados. Un día antes de llegar al destino, la pequeña desaparece y nadie da con ella. ¿Qué le ha pasado? Es tanto el dolor que sienten los muchachos que deciden jurar que nunca hablarán sobre el tema porque, de alguna manera, han de seguir con sus vidas.
En Argentina, con más o menos dificultades, logran instalarse, aunque ninguno es feliz. Francisco, el hermano mayor, se convierte en padre y en sombra de sus hermanos, aunque eso hace que se le agrie el carácter. Josep consigue un trabajo en casa de un hombre acomodado y gracias a las casualidades y a una de las criadas, consigue que su historia llegue a oídos de un juez justo quien decide tomar cartas en el asunto y remover el pasado con todas las consecuencias.
El juramento de los Centenera está escrito con emoción y realismo, puesto que se basa en hechos reales. La narradora pulsa los resortes afectivos de todos los personajes y sabe mucho de las debilidades humanas. Poco a poco, el ovillo que era la desaparición de María se va aclarando hasta llegar a un desenlace cargado de emoción.
La pequeña María sufre en sus carnes la sinrazón de los que se creen normales y se autoproclaman capaces de decidir por los demás. Es una niña que solo necesita cariño, paciencia y ternura.
Hay momentos en el relato cargados de gran dramatismo, otros aparecen envueltos en el suspense y muchos recogen el duro día a día en aquellos que creyeron encontrar una vida mejor y no lo consiguieron.
Interesa destacar la evolución psicológica de Josep y cómo logra hacer cara a su destino, romper el juramento y enfrentarse a la rabia de Francisco para ser capaz de vivir con decencia y con divinidad el resto de su vida.
El juramento de los Centena es un libro emocionante, de crecimiento, de búsqueda, de introspección, pero también es un libro realista y tremendamente duro en algunos momentos. No decepcionará al público juvenil, pero tampoco al lector adulto. La memoria, en definitiva, es la que nos salva de nosotros mismos.
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