jueves, agosto 23, 2018

Miguel Romero Saiz
"La memoria del alma"
Diputación de Cuenca, 2017
Papel Mojado

"La memoria del alma" es un texto singular ya que es la primera vez que el Doctor Romero Saiz decide publicar sus poemas y compartirlos, de esta manera, con el público lector. Acostumbrado a escribir acerca de la historia y sus personajes, Miguel Romero en "La memoria del alma" hace un ejercicio de introspección y de entrega personal puesto que se nos ofrece desde el primer verso. No es la primera vez que escribe poesía, ya que, desde joven, ha gustado del ritmo y de la especial cadencia de este género, pero sí es la primera vez que, instalado en una madurez plena y llena de proyectos, muchas realidades y muchas más satisfacciones, se ha decidido a indagar en su interior, en su mapa personal e íntimo, eso es, ni más ni menos, "La memoria del alma".
El poemario, escrito en verso libre, con medidas cambiantes que tienden al arte mayor, va dedicado a su madre quien, pese a los años, siempre ha estado la primera para compartir lo bueno y lo malo que le ha pasado a nuestro autor.
Más de 30 poemas forman este hermoso libro que tiene una particularidad interesante. Miguel Romero compagina poesía con aforismo o máxima y, así, antes de cada poema se lee una sentencia que, de alguna manera, resume el sentir de los versos siguientes. Desde el paso del tiempo, hasta la soledad, pasando por el amor, las deudas y afectos, la familia, la melancolía, la reflexión de la propia vida, la infancia, el paisaje, el compromiso social y algún tema más, Miguel Romero Saiz va dando riendo suelta a su caudal contenido, va limpiando su alma y entregándola madura, inquieta, curiosa, precavida, reflexiva y generosa.
El propio poeta en el prólogo nos confiesa sus dudas, sus inquietudes, ese pudor del que se revisten los poetas antes de entregar sus obras, sus principios y sus señas de identidad. Vale la pena leerlo despacio para entender, mejor, lo que viene después. 
Así, por ejemplo, al intentar explicar qué es poesía nos dice: "Me dijeron que la poesía nunca tiene /explicación, porque la vida misma no la tiene". Y es que, para él, vida y poesía van unidas, el poeta no puede desligarse de ninguna de las dos. Sin duda, son muchas las horas que el poeta ha dedicado a la reflexión y muchas las lecturas que le acompañan. De ahí que pueda escribir en otro momento: "Creer que estás creyendo  y /saber que amando libre creerás que estás despierto". Muy consciente del paso del tiempo escribe: "Me asusta la memoria que no tengo, / pues mi otoño se encuentra ahora sentado/ en la Sala de Espera del invierno". Fiel a sus principios y siempre honesto es capaz de afirmar con vehemencia: "Huyo de la ignorancia / como huyo de las sombras que la cubren".
Miguel Romero Saiz lleva a Cuenca en su corazón, de eso no hay duda; de ahí que en sus versos no dejen de asomarse ni el paisaje ni las gentes que lo habitan. Nos habla de los poetas de la Hoz, de Carlos de la Rica, de Federico Muelas y de tantos otros; pero también de la catedral, ese hermoso templo: "Rueda el crisol de sus cristales, / crepúsculo de luces y colores...".
El poeta, el hombre, no se olvida de su familia, de sus hermanos, del abuelo, de su madre, ni de sus amigos, ni de su compañera...Todo fluye en su alma, rostros, tiempo, palabras, afectos, trabajos, esfuerzos...todo forma su existencia de hoy, todo eso ha hecho que sea como es: "me siento torpe en mi final y es, ahora, cuando puedo soñar, / recitar, reír y cantar, pensando en voz alta...".
En definitiva, un poemario sincero, honesto, directo y de una pieza, como es su propio autor.

sábado, agosto 11, 2018

"Rumbo a Oriente",
Victoria Manzano
Jákara Editorial, 2017

"Rumbo a Oriente" es la tercera parte de la trilogía que Victoria Manzano dedica a recrear los viajes que ha hecho. Si ya leímos con mucho agrado los volúmenes dedicados a Europa y a América, ahora la hacemos con esta nueva entrega que no nos defrauda. La autora, fiel a su estilo y a su manera de recrear los viajes, apela a su memoria, por supuesto, pero quiere ser rigurosa y busca otras formas de información porque lo que pretende no es dar una opinión subjetiva y sesgada del lugar sino ofrecer una serie de datos, a cual más atractivo, para que entendamos bien de qué está hablando y del contexto social e histórico. Así, alude a hechos políticos,  a la historia de cada país, a su riqueza cultural y económica, a sus carencias y a sus atractivos, pero no lo hace de manera enciclopédica ni didáctica, sino de forma muy viva y cercana.
Victoria Manzano habla de sus acompañanes, les da protagonismo también y comenta aquellos hechos, aquellas personas, aquellas estampas que más calaron en su mente y en su alma, porque no es una viajera que capta instantes, aunque la fotografía le gusta y mucho, sino que intenta buscar qué hay al otro lado de lo que ve, de lo que ha visto. Por eso, la reflexión posterior es muy importante, sin ninguna duda. Eso le permite a ella tomar distancia y a los lectores acercarnos y observar, quizás por encima de su hombro o, a su lado, toda la riqueza que nos aguarda, ya sea porque viajemos allí o porque queremos aprender, sin movernos de casa, acerca de lugares hermosos y enigmáticos como Malasia, Singapur, Jordania, Siria, India, Japón, Camboya y tantos otros, hasta llegar a 22 lugares magnificos y precisos.
En otras entregas la alusión al cine era omnipresente, aquí también aprecen muchas referencias cinematográfica, pero quizá no tantos, aunque no olvida ni aspectos literarios, ni gastronómicos ni culturales, así como personajes históricos de los lugares por los que ha transitado.
Dotada con un fino sentido del humor y mucha ironía, Victoria Manzano se ríe de ella misma o sonríe ante algunos episodios o anécdotas que protagonizó, a veces por casualidad, otras de forma buscada. Asimismo, es una persona crítica, con los pies en el suelo que se duele de la situación de Siria, por ejemplo, y clama al cielo ante esa guerra que no parece tener fin. Si le sabe mal pensar qué ha pasado con sus tesoros arqueológicos, se duele con infinito pesar de la situación de las personas porque, eso sí, a Victoria Manzano le interesa el elemento humano por encima de todo y así lo muestra aludiendo a distintas personas con las que se cruzó en sus viajes y a las amigas con las que los realizó.
Mujer autónoma y muy crítica con el mundo que le ha tocado vivir, Victoria Manzano no escatima detalles, humanos y divertidos, para mostrar que, en un viaje puede pasar de todo, aunque no por eso se debe renunciar a hacerlos. En algún momento reflexiona acerca del turismo mal entendido que hace de un lugar hermoso, un supermercado de souvenirs y eso impide entender la esencia del destino.
"Rumbo a Oriente" es un libro formado por 22 estampas, tantas como países, que se lee con gusto y que permite a la autora poner en orden sus recuerdos y al lector atesorar los suyos propios. Sin duda, un libro refrescante, vivo y muy actual.
Comenta la autora que ahora sus viajes son más cercanos. Desde aquí la animamos a que los siga recogiendo y que nos dedique un volumen dedicado a lugares de la geografía española.