lunes, enero 09, 2012

Virginia Read Escobal.
Ilustraciones Lucia Sforza
Pintar Pintar 2011



La pequeña Yaniris va a viajar a su pueblo, en la República Dominicana. Está deseando hacerlo porque lleva tres años sin ver si a sus amigos ni a parte de su familia. Yaniris vive en España con su madre y es una niña que se ha adaptado muy bien, aunque, como es lógico, siente nostalgia de lo que dejó atrás y, cuando su madre, tras tres años, ha logrado ahorrar para el viaje se siente tan feliz que quiere llevar el mejor de los regalos, un regalo que sirva para siempre, que se pueda reutilizar, que guste y ayude por igual, que haga compañía y que sea algo permanente. Y lo encuentra. Vaya que sí.
Virginia Read Escobal es la promotora de esta iniciativa cultural que se titula como el libro, “Lleva un libro en la maleta”, y que persigue, ni más ni menos, que llenar las estanterías de las Bibliotecas dominicanas con libros. De ahí que Yaniris, con su ternura e ingenuidad infantil, dé en el clavo cuando encuentra el mejor de los regalos: un libro.
Y es que, como dice la narradora, llena de entusiasmo, el mismo entusiasmo de Yaniris. “¡Un libro vale para todo! Con los libros viajas, con los libros sueñas, los libros te protegen, te acompañan… Tienen cobertura en todas partes, no necesitan pilas ni enchufes, ni wi-fi… Los puedes leer en cualquier sitio… y muchos niños los pueden aprovechar, ya que no se gastan por leerlos”.
Lleva el libro en la maleta es un relato hermoso y conmovedor. Está escrito de una manera diáfana, en tercera persona, aunque recoge de cerca los pensamientos de esta niña dominicana afincada en nuestro país con la que, en algún momento, todos nos hemos podido cruzar, aunque no le hayamos prestado atención. Virginia Read nos habla de las dificultades de los inmigrantes a la hora de adaptarse al nuevo país, pero también de la esperanza y de la capacidad que tenemos los humanos para tender puentes, en especial los niños. Yaniris siente alegría ante la vuelta a su país, a su pueblo, pero también tiene dudas porque lleva muchos años fuera y piensa que igual no la recuerdan. Estas dudas se disipan pronto y Yaniris se sabe querida en su pueblo, pero también en su nuevo país. Uno de los secretos para lograr la adaptación, para sentirse arropado y protegido, Virginia Read –y Yaniris- lo encuentra en el libro. En el libro como elemento de unión, como metáfora de progreso, como vehículo que acaba con las barreras. Es ese libro, el libro abierto, el libro como mano tendida, el que Yaniris lleva en su maleta y el primero de una biblioteca muy especial: La biblioteca de la maleta.
Lleva un libro en la maleta, por lo tanto, no es solo un relato hermoso y lleno de luz, sino que es la explicación de un proyecto que, cada vez, va cogiendo mayor envergadura porque, las palabras han de servir para enlazar pueblos y Yaniris personifica el ideal de la autora que va y viene de su país a éste trayendo esperanzas, recogiendo libros, trayendo ilusiones, recogiendo más y más palabras.
No hay que olvidar, por supuesto, las ilustraciones de Lucia Sforza, que se recrean en el universo personal de Yaniris, en su manera especial de sentir la lectura y en ese trasvase que solo una niña pueda hacer entre dos países. Son dibujos llenos de fuerza y colorido, que hacen del libro el eje principal y del pelo trenzado de Yaniris, un icono de unión.
Sin duda, tras leer el libro, grandes y pequeños, apoyarán el proyecto de Virginia Read y entenderán que, por supuesto, lo mejor que podemos llevar en las maletas es… un libro o, mejor aún, docenas de libros.

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