viernes, marzo 04, 2016

Mi vecino Cervantes,
Rosa Huertas. Ilustraciones: Beatriz Castro,
Anaya, 2016.

¿Os imagináis a Miguel de Cervantes en pleno S. XXI? ¿Cómo iría vestido? ¿A qué se dedicaría? Lucas, el protagonista del relato que firma Rosa Huertas, cree que su vecino es el autor del Quijote porque se le parece mucho y porque hay demasiadas coincidencias entre los dos. Tanto le emociona el descubrimiento que está al punto de meterse en más de un lío.
El vecino de Lucas, efectivamente, parece haber vivido una vida casi paralela a la del autor renacentista. Ambos han perdido el uso de la mano, ambos pasan estrecheces económicas, ambos son escritores. Por si fuera poco, el vecino le cuenta relatos a Lucas que son las propias obras de Cervantes.
 Mi vecino Cervantes es una novela con un planteamiento muy ingenioso porque trasvasa la circunstancia de Cervantes al Siglo XXI y lo hace a través de la mirada de un niño. Así se logra un relato directo, muy cercano y emocionante.
Los datos que se dan del autor son certeros, con lo cual el libro puede ayudar a los primeros lectores a entrar en el universo cervantino y a hacerlo de una manera cordial, muy a su altura, aunque sin perder rigor ni calidad literaria.
El lector, sea niño o mayor, asiste a la amistad entre un niño y un anciano y se siente como un observador de la misma. El vecino de Lucas no tiene mucha suerte, no cobra jubilación, aunque no ha perdido el humor ni la alegría. De ahí que mantenga una buena amistad con Lupe, la panadera del barrio. Eso ocasiona alguna confusión porque Lucas se entera de que Cervantes murió a causa de la diabetes y cree que, si come dulces, eso le perjudicará.
El diálogo en la novela es esencial, como lo es en el propio Don Quijote. Lucas va creciendo a medida que don Miguel le va abriendo los ojos de la imaginación y lo va invitando a ser una persona creativa y libre. Uno de los consejos que le da es impagable: "...con la palabra puedes aprender, convencer, soñar, viajar a mundos lejanos, imaginar, crear nuevas ideas, relacionarte con los demás... Sin la palabra nada de eso sería posible".
El lector se deja seducir por el juego metaliterario que nos propone Rosa Huertas. ¿Es verdad o mentira? De alguna manera, Lucas sí conoce a don Miguel de Cervantes que lo acompaña durante un trecho de su vida hasta que decide irse a vivir con su sobrina. Ahora bien, la sorpresa viene al final del libro. Entonces descubrimos la verdad y entendemos el papel o misión de Rosa Huertas.
Las ilustraciones, por su parte, son decisivas para situar en el contexto actual la acción que nos relata el texto. Gracias a las mismas, vemos a Miguel de Cervantes hoy en día y aceptamos, de buen grado, que asi sea. Son ilustraciones muy realistas, llenas de detalles y color.
Mi vecino Cervantes va destinado a lectores desde 8 años y será, sin duda, un descubrimiento para ellos porque aprenderán, sin grandilocuencias, quién era Cervantes y cuál es su vigencia actual.
El homenaje a Cervantes, en su 400 aniversario, que le brinda Rosa Huertas es, sin duda, un acierto por su amenidad, por su planteamiento y por su cercanía.

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