12 poemas de Federico García Lorca,
Ilustrados por Gabriel Pacheco
Kalandraka, 2014
La poesía está hecha para soñar. La poesía permanece en el tiempo y atrapa por igual a grandes y a pequeños. Solo hay que encontrar el camino que nos lleve a ella. Federico García Lorca no escribió especialmente para niños, aunque si lo hizo con gran sensibilidad. El poeta sintió desde siempre gran atracción por la canción popular. Esa canción que hunde sus raíces en el tiempo y de la que se nutre la poesía infantil. Porque, desde siempre, los niños han cantado, han soñado, han llorado y han imaginado en verso... aunque nadie les dijese que era verso. Lo más importante de la vida, a menudo, carece de nombre y, por eso, nos pasa desapercibido.
Aquellos que tengan la suerte de tener entre sus manos este precioso álbum ilustrado entenderán que la poesía y la ilustración son dos poderosas herramientas para hacer que el ovillo mágico de la imaginación infantil empiece a dar vueltas.
Antonio Rubio y Manuela Rodríguez seleccionan doce poemas de García Lorca ("El lagarto está llorando", "Cancioncilla sevillana", "Mariposa", "La tarara", "Vals en las ramas", "Los reyes de la baraja", "Escuela", "El niño mudo", "Caracola", "Paisaje" y "Despedida") y no los presentan en este orden por casualidad sino que, a la manera del poeta andaluz, desvelan un paisaje anímico potente. Desde los versos iniciales "Mamá, yo quiero ser plata", hasta los finales ("¡Si muero / dejad el balcón abierto!"), Federico García Lorca ha pulsado todos los resortes del sentimiento y de las relaciones personales para acabar dibujándose a sí mismo, envuelto entre la tristeza de los lagartos viejos, la soledad de la tarara y la necesidad de encontrar su voz, como le ocurre al niño mudo. Ahora bien, sin olvidar el color, el baile, la luz y lo efímero de la belleza: "Mariposa, ¿estás ahí?".
Son poemas nostálgicos, traspasados de ternura que Gabriel Pacheco, el ilustrador, ha sabido entender mucho mejor que nadie. Las ilustraciones de Pacheco son verdaderas metáforas visuales, cada poema permite al lector asomarse a un mundo especial en el que el sueño, las figuras estilizadas, los colores azulados, grises y blancos.. son esenciales.
12 poemas de Federico García Lorca es un libro para leer a los niños, para leer y disfrutar con los niños, pero también para paladear a solas, niños o pequeños. Cada verso, cada imagen poética, cada ilustración permiten que se multiplique el efecto visual y surjan, como si se tratara de fuegos artificiales, nuevas interpretaciones.
El libro, bello y bien cuidado, requiere de calma y paciencia. No puede descubrirse en una lectura apresurada, aunque la recompensa durará para siempre.
Ilustrados por Gabriel Pacheco
Kalandraka, 2014
La poesía está hecha para soñar. La poesía permanece en el tiempo y atrapa por igual a grandes y a pequeños. Solo hay que encontrar el camino que nos lleve a ella. Federico García Lorca no escribió especialmente para niños, aunque si lo hizo con gran sensibilidad. El poeta sintió desde siempre gran atracción por la canción popular. Esa canción que hunde sus raíces en el tiempo y de la que se nutre la poesía infantil. Porque, desde siempre, los niños han cantado, han soñado, han llorado y han imaginado en verso... aunque nadie les dijese que era verso. Lo más importante de la vida, a menudo, carece de nombre y, por eso, nos pasa desapercibido.
Aquellos que tengan la suerte de tener entre sus manos este precioso álbum ilustrado entenderán que la poesía y la ilustración son dos poderosas herramientas para hacer que el ovillo mágico de la imaginación infantil empiece a dar vueltas.
Antonio Rubio y Manuela Rodríguez seleccionan doce poemas de García Lorca ("El lagarto está llorando", "Cancioncilla sevillana", "Mariposa", "La tarara", "Vals en las ramas", "Los reyes de la baraja", "Escuela", "El niño mudo", "Caracola", "Paisaje" y "Despedida") y no los presentan en este orden por casualidad sino que, a la manera del poeta andaluz, desvelan un paisaje anímico potente. Desde los versos iniciales "Mamá, yo quiero ser plata", hasta los finales ("¡Si muero / dejad el balcón abierto!"), Federico García Lorca ha pulsado todos los resortes del sentimiento y de las relaciones personales para acabar dibujándose a sí mismo, envuelto entre la tristeza de los lagartos viejos, la soledad de la tarara y la necesidad de encontrar su voz, como le ocurre al niño mudo. Ahora bien, sin olvidar el color, el baile, la luz y lo efímero de la belleza: "Mariposa, ¿estás ahí?".
Son poemas nostálgicos, traspasados de ternura que Gabriel Pacheco, el ilustrador, ha sabido entender mucho mejor que nadie. Las ilustraciones de Pacheco son verdaderas metáforas visuales, cada poema permite al lector asomarse a un mundo especial en el que el sueño, las figuras estilizadas, los colores azulados, grises y blancos.. son esenciales.
12 poemas de Federico García Lorca es un libro para leer a los niños, para leer y disfrutar con los niños, pero también para paladear a solas, niños o pequeños. Cada verso, cada imagen poética, cada ilustración permiten que se multiplique el efecto visual y surjan, como si se tratara de fuegos artificiales, nuevas interpretaciones.
El libro, bello y bien cuidado, requiere de calma y paciencia. No puede descubrirse en una lectura apresurada, aunque la recompensa durará para siempre.
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