sábado, agosto 24, 2013

¡Papá es mío!,


Ilan Brenman,


Alzira, Algar, 2013.



Ilan Brenman nos sorprende con una historia divertida, ¡Papá es mío! A veces los hermanos compiten por recibir más atenciones de un padre, por ser los primeros… A veces se tienen celos y se desearía no tener que compartir con nadie. Lo que no imaginamos es que el resultado de esta competición desemboque en una catástrofe tan imaginativa como la que nos plantea Ilan Brenman.

Las dos hermanas pretenden que su padre esté solo por una de ellas y tanto tiran del pobre que, al final, se parte por la mitad, sí, sí, literalmente. Con medio padre para cada una no resulta fácil nada porque ya no es el mismo padre ni puede hacer con ellas casi nada. Las hermanas deciden unirse para devolver a su padre la forma original y consiguen un pegamento pega-padres. A partir de ese momento, cuando papá vuelve a ser papá, las hermanas ya nunca más repetirán el título del libro, sino que mejorarán el pronombre posesivo: “papá es nuestro”. Han aprendido la lección.

La historia contiene momentos que rozan el surrealismo y que invitan a la carcajada. Seguro que pequeños lectores se divertirán enormemente con las peripecias de este padre sesgado. Y los adultos, sobre todo los que tienen más de un hijo, entenderán muy bien el sentimiento del padre que, a menudo, ha de partirse en más de dos mitades.

Parece ser que la historia se inspira en la propia realidad del autor quien le añade esa especial manera de ver las cosas que ya nos sorprendió en su Las princesas también se tiran pedos y en Los animales también se tiran pedos.

Los dibujos de Juliana Bollini son imprescindibles para entender la historia, puesto que muestra, de manera muy realista, y en relieve, cada una de las vivencias de este padre y de sus dos hijas. La ilustradora comenta, al final del libro, el proceso que ha seguido a la hora de elaborar los materiales. Primero ha hecho unos muñecos, con papel, cartón, alambre…, y después los ha fotografiado para, al fin, trabajar con las imágenes que, insistimos, son esenciales para seguir la historia.

En definitiva, ¡Papá es mío!, muestra, sin didactismos ni lecciones huecas, la importancia de aprender a compartir los afectos, en este caso, paternos.

Sabemos que en septiembre aparecerá la nueva publicación de este autor tan original y fresco en sus planteamientos, esta vez dedicada a las madres. La aguardamos.

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