El día que Gluck llegó
a la Tierra,
Jordi Sierra i Fabra, Algar, 2013, (Calcetín Azul, 83)
¿Puede alguien decir de dónde vienen las genialidades?
¿Quién tiene la llave maestra que puede cambiar el mundo? ¿De dónde vienen las
mejores ideas? Acaso se pueda creer en la casualidad, en la improvisación, en
la intuición o, incluso, en la ciencia infusa.
Jordi Sierra i Fabra apuesta por otra posible respuesta.
¿Cómo llegó Steve Jobs a crear la marca Apple? “El día que Gluck llegó a la
Tierra” es un texto narrativo que cuenta una historia increíble. Steve es un
chico de 11 años, muy despierto e imaginativo. Una noche es testigo por azar de
un robo en una joyería y el inspector de policía que investiga el caso lo
interroga. Hasta aquí todo verosímil. Lo que ya hará que los lectores abran los
ojos es la aparición de un ser especial, Gluck, el extrarrestre que salva la
vida a Jobs, aunque nadie crea en su existencia.
Entre los dos niños, el terrícola y el alienígena, se
establece una relación de amistad. Gluck se ha escapado de su casa y necesita
cargar de energía su nave.
El relato, lleno de guiños al lector, combina la ciencia
ficción con lo cotidiano. Gluck no es un extraterrestre malo, sino solo
travieso y Steve es un muchacho que aprende rápido. A Gluck le gusta la comida
terrestre, en especial las manzanas, que es una fruta con una carga entre
metafórica y simbólica en el relato.
Finalmente, la narración se desenvuelve de una forma
rápida e inteligente. Jordi Sierra i Fabra homenajea al creador de Apple de una
manera especial ya que imagina un origen especial para la marca. ¿De dónde
viene la manzana mordida? Es un regalo del pequeño ser a su amigo, un regalo
muy especial, como todos sabemos. La novela queda abierta y dejamos a Steve en
formación hacia sus brillantes
La novela va destinada a los lectores a partir de 12 años
y es un relato ágil, lleno de aventura y de momentos emocionantes. Es el relato
de un niño abierto a las novedades, que no cuestiona lo que ve y que está
dispuesto a llegar al fondo. Hay muchos elementos característicos del estilo “sierraifabrano”,
por decirlo así: frases breves, personajes que se presentan gracias al diálogo,
referencias a la música y esa especial mirada que Sierra i Fabra destina hacia
lo que parece que no es y que acaba siendo.
Jordi Sierra i Fabra, además, aprovecha para realizar
otro homenaje, esta vez a la película “E.T.” ya que hay momentos en el relato,
sobre todo al final, que nos recuerdan mucho al film de Spielberg.
Por otra parte, el libro
ha sido premiado con el Vicente Silvestre de Literatura Infantil.
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