jueves, noviembre 05, 2020

 

"En el huevo"

Emma Lidia Squillari

Kalandraka, 2020


 ¿Qué puede haber en 12 huevos? La respuesta la encontramos en esta historia tan divertida como transgresora. Esos doce huevos, de aves, mamíferos y reptiles, acaban por romper el cascarón y diversas criaturas ven la luz, un erizo, un pato, un lagarto, un pingüino.... Una voz en primera persona va narrando los acontecimientos, a la vez que siembra de intriga el relato porque, conforme avanzamos, hay menos criaturas y, a la vez, menos espacio. ¿Qué ocurre? La respuesta la vamos intuyendo conforme uno de los animales va creciendo, aunque no es hasta el final en que, asombrados, descubrimos parte de la verdad.

Una serpiente pitón va tragando uno a uno a todos los animales, pero no siente reparos al hacerlo, ni se excusa, no está en su naturaleza que es lo que a ella la guía. Ahora bien, no sabe que hay otros animales que también tienen mucho apetito, quizá más que ella. Eso deberá averiguarlo el lector.

En "El huevo" las ilustraciones son llamativas y cambiantes, permiten que nos hagamos una composición espacial conforme va avanzando el relato. A medida que la pitón crece, mengua el espacio y desaparecen los animales. Es ley de vida y es una ley natural. De alguna manera lo que se nos narra, si aspavientos, de manera divertida, es una cadena alimentaria. No hay ni que edulcorarla ni que hacer que todos los animales se vayan juntos a merendar, por ejemplo. La propuesta de Emma Lidia Squillari está bien construida, es sencilla y tan breve como efectiva.

El libro va destinado a los no lectores, a partir de tres años e, insistimos, es una propuesta llena de humor y de ironía acerca del mundo animal. Además, las ilustraciones son tan expresivas que invitarán al niño a mirarlas una y otra vez para descubrir nuevos detalles.

No le cogemos manía a la pitón, no podemos, ella misma sabe que se ha saltado las normas de cortesía, pero no podía hacer otra cosa. Ese es un buen tema para que abrir una reflexión acerca de las emociones y de la posibilidad que sí tenemos los humanos de poder cambiar nuestra manera de ser.

sábado, octubre 31, 2020

 

"Siete llaves para abrir los sueños",

Alfredo Gómez Cerdá - David Pintor,

Kalandraka, 2020

Érase una  vez un escritor que había vivido en la ciudad que tenía de todo y había aprendido que los niños necesitan soñar para crecer. Este escritor sabía acompañar en la dudas, en los miedos, en las quimeras y, sobre todo, era capaz de poner el dedo en la llaga porque sus lectores le merecen el mayor de los respetos y  sabe que no se les puede engañar con voces dulces y almibaradas. Estamos hablando, por supuesto, de Alfredo Gómez Cerdá quien no necesita más presentación que su propio nombre y sus libros que hablan por él. 

Alfredo Gómez Cerdá en "Siete llaves para abrir sueños" logra algo muy complicado: desaparece detrás de los escritores a los que recrea ya que esta siete llaves no son otras que Gianni Rodari, Tomi Ungerer, Astrid Lindgren, Juan Farias, Christine Nöstlinger, Roald Dahl y Gloria Fuertes. No pretende hacer una semblanza biográfica, sino que va más lejos, Cada uno de los siete relatos que forman el libro podrían perfectamente ser una novela ya que contienen todos los elementos necesarios. Cada uno de estos escritores, a su manera peculiar, ha sido capaz, como el propio Alfredo Gómez Cerdá, de abrir la puerta de los sueños. 

En "La ventana de Rodari", Rodari, sin saberlo, es el causante de que la pequeña Chiara sea capaz de salir de dejar atrás a sus padres tóxicos y cruzar esa ventana mágica que la llevará directamente a la imaginación. En "Los prodigios de Tomi Ungerer" asistimos a algo insólito que ocurre en los libros del escritor y es que se mezclan sus personajes y sus objetos cobran vida. El escritor no da crédito a lo que le cuentan sus lectores, pero es tan fácil como verlo dibujar, ahí está el prodigio y ahí sigue estando. "Astrid Lindgren y la trenzas de Pippi" nos sitúa ya en la vejez de la escritora, cuando ya, por desgracia, no piede ver, pero sí sentir y mediar en un conflicto de okupas que la han escogido a ella por ser la creadora de Pippi, la niña transgresora y libre. "El baúl de Juan Farias" es un homenaje brillante a ese escritor que no necesitó mucho para tocar el corazón de sus lectores, solo sus recuerdos y sus sueños. "La lata de conservas de Christine" es un relato emocionante que recrea una de las novelas más conocidas de la escritora, "Konrad o el niño que salió de una lata de conservas", aunque aquí Konrad es un ratón que, por azares de la vida, acaba viviendo con la propia Christine, cuando era niña. "Los vampiros de Roald Dahl" es un divertido texto que muestra la faceta del escritor antes de serlo y de crear sus grandes personajes. "La moto de Gloria Fuertes" evoca la mítica moto con la Gloria Fuertes se movía por Madrid y le da una categoría mágica, como debe ser y, como, sin duda, fue.

Los lectores descubrirán nuevos textos, nuevas ventanas por las que saltar y aprenderán que se puede llegar al mundo de los sueños de distintas maneras, aunque siempre gracias a la imaginación. En esta ocasión son siete, como responde a la colección en la que se integra el libro "Siete leguas", pero podrían ser muchos más, aunque ninguno menos.

David Pintor ilustra cada uno de estos relatos con la fuerza de sus pinceles que son capaces de humanizar a estos escritores y presentarlos rodeados de aquello que los representa mejor, por ejemplo Astrid Lindgren aparece, ya anciana, pero como si fuera la propia Pippi Calzaslargas; a Juan Farias se le ve mirando por su catalejo, tan conocido en sus relatos; a Rodari se lo rodea de los objetos que aparecen en su "Gramática de la Fantasía" y a Gloria Fuertes la dibuja, ya mayor, con su ropa típica, pero montada en la moto, con muchas ganas de seguir viviendo y, de hecho, lo hace, en sus lectores.

En definitiva, "Siete llaves para abrir los sueños" es un libro miscelánea que nos ofrece siete caminos, siete planos del tesoro, siete itinerarios para seguir soñando.

jueves, septiembre 17, 2020


"Galdós un escritor en Madrid"

Carmen Fernández Etreros - Guillermo Menéndez Quirós

Oberón Libros, 2020

Este año 2020 se ha conmemorado el centenario de la muerte de Don Benito Pérez Galdós (1843-1920).  Si las circunstancias lo hubieran permitido, muchos más habrían sido los actos que se habrían celebrado en su memoria; aunque, seguro, que lo más importante es que se lea a Galdós, que las generaciones que aún no lo ha hecho se acerquen a él, sin prevenciones, y disfruten de una literatura directa, afilada, sagaz y siempre alerta. Fue Galdós uno de los escritores más prolíficos de la literatura española y un testigo de las turbulencias de su tiempo, que fue amplio y lúcido. 

La novela que nos ocupa se presenta en un formato muy actual, con la idea de demostrar que los ropajes externos se adaptan bien a las grandes obras, que Galdós, en este caso, acepta muy bien la modernidad y es capaz de convencer a los lectores más jóvenes con sus textos, con su palabra, con su discurso y con esa capacidad de obervación que siempre tuvo don Benito.

Carmen Fernández Etreros es la autora del texto escrito que se muestra de manera ágil, como sucede en la tipología propia del cómic. Galdós es el protagonista absoluto del relato. Se recuerda su llegada a Madrid, con solo 18 años. Galdós viajó desde Las Palmas para estudiar en Madrid, sí, pero, sobre todo porque su familia quería alejarlo del amor a su prima Sisita. Desde el pasado, cuando Galdós es ya un anciano, que ha perdido la vista y que es homenajeado, se recuerda su peripecia vital. Su llegada a Madrid, su afición a perderse por las calles, su curiosidad innata, la relación que mantuvo con las distintas mujeres que pasaron por su vida, aunque nunca se casó con ninguna y las dificultades que tuvo para abrirse camino en el mundo de la narrativa. Galdós viajó a París, con su familia, y allí descubrió a Balzac quien cambiaría su manera de entender la literatura. Todo eso, Carmen Fernández lo recoge, gracias a una exhaustiva documentación, de manera certera y muy directa. Galdós tuvo mucho que agradecer a su cuñada, que siempre creyó en él y le ayudó económicamente y a su hermana. Destaca también su hija María, a la que acabó reconociendo. No es de extrañar que sea la figura femenina quien se muestre como protagonista enorme en sus textos. Desde "La Fontana de Oro" a los "Episodios Nacionales", pasando por "Doña Perfecta" y "Fortunata y Jacinta", muchos son los grandes títulos que se mencionan en la novela de los que, incluso, se reproduce un fragmento, aunque muy bien integrado en la historia. Galdós se ganó la vida como periodista, aunque siempre con apuros, quiso fundar editorial propia y lo hizo, pero no le funcionó y mantuvo una relación compleja con Emilia Pardo Bazán. Destacan los momentos históricos que vivió en la capital de España, de los que Galdós fue testigo de excepción. El entierro de don Benito fue multitudinario y una muestra de afecto popular.

Realmente, la novela nos descubre momentos desconocidos, nos proyecta una figura real, de carne y hueso y nos conduce por los momentos importantes de su biografía. Destaca también el compromiso con la realidad que podemos observar en su obra teatral "Electra". 

Las ilustraciones de Guillermo Menéndez Quirós son imprescindibles para sentirse dentro de la peripecia vital del autor. Destaca su realismo, la cercanía con los personajes y una captación especial de los primeros planos, los rostros, las miradas. Dado que Galdós gustó mucho de pasear por Madrid y de descubrir nuevos rincones, no es de extrañar que Madrid sea también protagonista de la historia.

"Galdós, un escritor en Madrid" es una puerta luminosa, como un camino abierto hacia la lectura de Galdós. Gracias al texto, a las ilustraciones, los jóvenes y no tan jóvenes podrán entender la verdad que se esconde en los textos de Galdós, la agudeza de sus comentarios, su ironía, el juego que hacía con los nombres personales, la época que vivió y, sobre todo, valorar a un gran escritor que convendría releer porque, así, entenderíamos muchas de las claves de nuestro mundo. Por ejemplo, Galdós vivió también una epidemia en Madrid, la del cólera. Pueden cambiar las personas, pero las maneras de enfrentarse y superar los miedos y los retos de los que nos han precedido, nunca pasarán de moda.

Excelente y documentada revisión de la vida y obra de Benito Pérez Galdós; un regalo, no hay duda.


 
 

miércoles, junio 17, 2020

"El poeta de Velintonia. Homenaje a Vicente Aleixandre",
Emilio Calderón - Carmen García Iglesias
Edelvives, 2020

La memoria está hecha de sutiles retazos y, pese a ser frágil, su poder es inmenso y necesario. Emilio Calderón, muy buen conocedor de la vida y obra de Vicente Aleixandre, escribe, en el libro que nos ocupa, un relato en tercera persona que maneja lo realista y lo mágico ya que se mueve en el terreno propio de las palabras, la ofrenda perpetua a la imaginación. Villa Velintonia, en mi recuerdo, forma parte de mis clases de literatura en el instituto cuando uno de mis mejores profesores evocaba ese lugar, mágico, idealizado, como un oasis de libertad y de energía creadora. Entonces parecía que no pudiera tener fin y hoy, por desgracia, Villa Velintonia necesita un empuje de las instituciones y un compromiso firme para que vuelva a ser ese remanso de creación y la casa de las palabras; la casa de Vicente Aleixandre.
Vicente Aleixandre, uno de los miembros destacados de la llamada Generación del 27, fue uno de los pocos intelectuales que no marchó al exilio, su salud no se lo permitía. Él y alguno más, como su gran amigo Dámaso Alonso o Gerardo Diego se quedaron aquí y ayudaron a que la riqueza de la llamada Edad de Plata no se perdiera del todo o, al menos, no quedara en el olvido.
El poeta y su familia, procedentes de Málaga. aunque él había nacido en Sevilla vivieron en una casa en la hoy calle Vicente Aleixandre, la actual Villa Velintonia, que era el nombre de la calle entonces. El poeta estudió Derecho y Comercio, aunque tuvo que parar obligatoriamente por una dolencia renal que lo marcó para siempre. Muy relacionado con la Residencia de Estudiantes, Vicente Aleixandre comenzó en la década de los 20 a escribir sus poemas. Podemos recordar libros como "En un vasto dominio","Espadas como labios" o "La destrucción o el amor". En 1977 recibió el Premio Nobel, lo cual avala su trayectoria literaria. No obstante, Emilio Calderón no nos habla de eso, no, sino de la amistad que el poeta brindó siempre en su casa. Villa Velintonia era parada obligatoria para otros poetas quienes se sentían allí acogidos y reconocidos por Vicente Aleixandre. Con suma habilidad y calidez, Emilio Calderón nos habla de la relación de Aleixandre con otros poetas, Luis Cernuda, Federico García Lorca, Pablo Neruda y, sobre todo, Miguel Hernández, a quien acogió con generosidad cuando el autor de las "Nanas de la cebolla", sin ningún aval económico, recaló en Madrid.
Un gato callejero a quien Vicente Aleixandre llama Verso es, de alguna manera, el hilo conductor del relato. Verso advierte la magia en el poeta y se deja seducir por él. Es capaz de pasar un rato al lado de Cernuda y de provocar a Miguel Hernández para que se suba a la rama de unos de los árboles del jardín a hacerle compañía e, incluso, aprecia, como el que más, no solo los piñones que comparte con Aleixandre y su perro sino las naranjas que trae consigo Miguel. También observa con curiosidad la mariposa del aire que Lorca parece invocar con sus versos y su interpretación al piano.
Verso también acompaña al poeta cuando llega la guerra y han de dejar su casa y refugiarse juntos hasta que pase ese fantasma del odio. Al regreso, Villa Velintonia no es ni sombra de lo que era. Por otra parte, los buenos amigos o han muerto o se han exiliado, pero Aleixandre no se deja doblegar y vuelve a reconstruir ese espacio de libertad para ofrecerlo a los jóvenes y convertirse, así, en un referente para ellos. 
"El poeta de Velintonia" no es solo un homenaje a Aleixandre, sino a todos los poetas con los que trató y a la fuerza de las palabras. El jardín parece hechizado con los versos que todos algún día enterraron en él y que parecen aguardarnos aún.
El relato no termina sino que presenta un final abierto. El poeta, es verdad, ya no está, al menos de forma física, pero lo que él amó no tiene por qué desaparecer. El gato se convierte en el centinela de la casa y arranca una y otra vez el cartel de "se vende". Al fin, un chico, descendiente de uno de los amigos del poeta, que también se llama Vicente, descubre a Verso y lo confunde con su nieto, cuando, de todos es sabido que los gatos tienen siete vidas, y decide que todo puede cambiar y volver a empezar, así cambia el cartel por este otro: "Casa de la Poesía. Se busca poeta". Y con ese mensaje nos quedamos, con la idea de que Villa Velintonia vuelva a ser la casa de la poesía. 
Carmen García Iglesias ilustra de forma realista, pero sin renunciar a la magia, este relato y nos permite observar a Vicente Aleixandre, sentado en su butaca, a Lorca tocando el piano, a Miguel Hernández sentado en el árbol; así como permite que contemplemos las flores del jardín, esos versos que dan fruto, las naranjas de Miguel Hernández que son tesoros dorados o la propia casa del poeta, resistente y con vida propia.
Emilio Calderón narra una historia llena de guiños para el lector adulto y muy emocionante para el lector infantil. Intercala versos en el texto y consigue una historia poética, viva y muy actual;  sin duda, una historia necesaria.
Rafael Alberti, en la primera parte de "La arboleda perdida", da muchos detalles acerca de su generación y de sus amigos y muestra la faceta más humana de todos ellos, como hace Emilio Calderón quien deja a Verso, a quien queremos imaginar aún vivo, como guardián permanente de una casa que no se puede destruir porque guarda los mejores tesoros que nos podamos imaginar, los de la amistad y la poesía.



domingo, abril 19, 2020

"Leyendas de las dos orillas"
Anabel Sáiz Ripoll- Enrique Pérez Díaz - María García Esperón
Publicación Independiente, Amazon, 2020
(Dos Orillas)


"Leyendas de las dos orillas" es un libro gestado de una manera singular. Sus autores, cual los personajes del "Decamerón", cada uno en su casa, viviendo el confinamiento y la alarma de la pandemia generada por el COVID-19, decidieron apelar a la creación y unir sus capacidades para traernos vivas y con muy buena salud, un puñado de leyendas de esta y la otra orilla.
Concretamente son 30 las leyendas que integran este volumen y que no es el primero que firman los autores, recordemos "Romancero mágico", también surgido de esta situación dura, de este parón que vive el mundo y que, así lo creemos, puede servirnos de reflexión y de lección.
Enrique Pérez desde Cuba, María García desde México y Anabel Sáiz desde España han tratado de tender puentes entre distintos personajes, símbolos o gestas que forman nuestro pasado cultural y global. No creemos que haya leyendas propias, están todas a disposición del que quiera leerlas y todas nos hablan de esfuerzo, de prodigio, a veces, de miedo, también, de extrañeza, en otros momentos y, en suma, de criaturas que vivieron en el pasado hechos o momentos que merecen ser recordados porque, en muchos casos, nos pueden servir, si no de guía, sí de refugio y de válvula imaginativa.
El mundo está muy necesitado de palabras, está muy necesitado de referentes y, por qué no, de motivos de inspiración positivos y nobles. Tal vez en el pasado se puedan hallar. Las leyendas que forman el libro que presentamos son como piedras blancas que, a imitación de Pulgarcito, van jalonando el camino de vuelta a casa.
Cada autor ha escrito 10 textos, aunque, con la voluntad de difuminar las fronteras o las posibles diferencias, ha obviado firmarlos porque los tres se hacen dueños de todas las leyendas y los tres las acogen por igual. Bien es cierto que, en muchas ocasiones, será fácil adivinar, dado el tema del relato, quién las ha escrito, pero eso, ahora, no es lo importante.
¿Qué encontrará el lector? Sin duda, un nutrido ejemplo de historias, de momentos del pasado, de elementos inmortales que nos han fraguado como pueblo y que conviene no perder de vista. Los personajes que olían a alcanfor se pasean por las páginas del libro con total fuerza y energía. Encontraremos a los alebrijes, varias cruces y su historia, la llorona, la china poblana, los balanes al lado de otros personajes más propios del costumbrismo como el caganer, Sant Jordi o el tió catalanes, los tres. No nos olvidemos de María Castaña ni de la Mulata de Córdoba ni mucho menos del perro de fuego. Personas, animales, objetos simbólicos, todo es bueno para formar parte de este libro que se ofrece con la esperanza de arrojar un poco de luz al pasado para enfocar el presente, acaso muy sombrío o, al menos, entre tinieblas.
"Leyendas de las dos orillas" es un libro singular porque está escrito a seis manos, porque ha sido pensado en un momento difícil y porque será presentado en un Día del Libro atípico. Las palabras, repetimos, son actualmente más necesarias que nunca. Dejemos que nos hablen al oído estos seres legendarios que, hoy, han decidido hacerse vivos gracias a las redes sociales y a la nueva tecnología sin perder ni un ápice de su personalidad.

miércoles, marzo 25, 2020


"Romancero mágico",
María García Esperón - Enrique Pérez Díaz- Anabel Sáiz Ripoll
DosOrillas



De la mano de tres escritores de ambas orillas, la mexicana María García Esperón, el cubano Enrique Pérez Díaz y la española Anabel Sáiz Ripoll, se presenta el libro "Romancero mágico" que trata de unir distintos sentires en un mismo tema porque distintas son las voces y las experiencias lectores, pero una misma la sensibilidad.
¿Por qué se parte de los romances? Los romances, podemos recordarlo, son poemas desgajados de los antiguos cantares de gesta medievales que los juglares cantaban de pueblo en pueblo, de plaza en plaza. Son poemas octosílabos, que riman en asonante los pares y que presentan un momento de una historia singular. Acostumbran a quedar inconclusos para favorecer más la imaginación o la intriga en quien los escuchaba.
En este primer cuarto del Siglo XXI, herido y convulso, las palabras se nos vuelven más necesarias que nunca y buscamos salvación en la poesía, en la música, en la imaginación. De ahí que los tres autores, verdaderos juglares modernos, hayan decidido rescatar del olvido damas, reyes, príncipes, caballeros, oficios, luchas, quimeras para ofrecerlas, nuevas, perfectamente actuales, a los lectores de hoy.
El "Romancero mágico" se organiza, como se verá, de forma alfabética, de la A a la Z cada letra la ocupa un personaje, un momento o un elemento. Pueden ser personajes históricos con nombres y apellidos, el Cid, doña Ximena, don Rodrigo, los Infantes de Lara,; personajes genéricos, el Enamorado, la Doncella Guerrera o el Prisionero; aunque también pueden ser objetos como el zurrón o una mera letra que lo engloba todo, como la “y”.
El formato del libro es sumamente original y muy visual y apetecible ya que encontraremos prosa, en forma de cuento, en forma de conferencia, en forma de epístola, pero también poesía. Hay, además, muchas sorpresas porque, a este romancero mágico, que por algo lo es, se asoman otros personajes como Moctezuma dialogando con Boabdil. Son muchos, pues, los puntos de vista y los autores dejan fluir su imaginación e interpretan, a su manera, siempre con respeto, siempre con senbilidad, algunos momentos cumbre del romancero, sea Gerineldo, sea doña Urraca, sea Abenámar, doña Alda, Bernardo de Carpio, Florinza la Cava o la mismísima Dulcinea e, incluso, el hada de la Alhambra. Romancero nuevo y viejo se entremezclan, ahí está la alusión a Lepanto y al galeote de Góngora o la Oriental de Zorrilla.
Decíamos que, visualmente, es también un libro hermoso puesto que la maquetación, ciertamente, está muy cuidada, como verá el lector en cuanto abra la primera página. Por otro lado, la portada y la contraportada muestras dos fotografías de Alberto Asensio de dos lugares emblemáticos de Cañete (Cuenca), un pueblo serrano que sabe mucho de juglares, de murallas y de consejas.
En definitiva, el "Romancero mágico" es, como indica el adjetivo, eso, pura magia y goce creativo. Las palabras fluyen y los textos se entrelazan. No sabemos qué ha escrito cada autor, pero sí sabemos que su propósito es buscar espacios de libertad, encontrar en el pasado respuestas para el presente y permitir, sobre todo, hacernos soñar y constatar que estamos donde queremos estar.


domingo, marzo 15, 2020

 "Ninfa rota",
Alfredo Gómez Cerdá,
Anaya, 2019

Con "Ninfa rota", Alfredo Gómez Cerdá obtuvo el XVI Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil y no es para menos, como advertirá el lector.
"Ninfa rota" es una novela valiente que nos hiere y nos sacude de forma profunda, pero que también nos hace pensar  y reflexionar acerca de lo que podríamos llamar relaciones tóxicas aplicadas a una pareja de adolescentes.
Marina, en primera persona, comienza escribiendo en un cuaderno, por imperativo del psicólogo, toda la historia y el porqué se encuentra de esa manera, desmadejada y sin ánimo para luchar. Marina, en apariencia, tiene todo para ser feliz. Sus padres la adoran y sus amigos, sobre todo Nerea, también. 
De pequeña su madre le contaba historias mitológicas y su padre cuentos tradicionales para tratar de compensar. De ahí, quizás, que Marina tenga sueños obsesivos con un fauna y una ninfa, que mantienen una relación poco natural, de fuerza por parte del fauno, de sumisión y miedo por parte de la ninfa. Estos sueños son importantísimos para entender cómo se siente Marina.
La joven se enamoró de Eugenio, un compañero de clase quien, en poco tiempo, le robó la voluntad. Exigiéndole total confianza, Eugenio tiene todas sus contraseñas y acceso a su intimidad, pero total y absoluta. Marina ha entregado su voluntad a Eugenio, aunque no sé dé cuenta, aunque no crea lo que le dice Nerea quien ve con claridad qué está pasando. La relación se convierte en exclusiva y extraña, hasta que es el propio Eugenio quien la corta. Eso a Nerea le supone un mazazo, un momento de angustia y desvalimiento total. Lo que no sabe la joven es que Eugenio la quiere probar con su mejor amigo, Guillermo, lo que da lugar a una escena de celos y violencia que descubre a los padres de Nerea la realidad. Son ellos, su madre, quien le busca el psicólogo y quien no le pierde vista de encima. Nerea se resigna a escribir el relato, aunque, y eso es demoledor, no sabe cómo acabarlo, no sabe. Ella ha perdonado a Eugenio y, en el fondo, se siente culpable de lo que ha pasado y se pregunta si él la habrá perdonado a ella.
Este final abierto nos deja helados, con el alma en vilo y con una sensación angustiosa ya que Alfredo Gómez Cerdá nos pone en la piel de la víctima, que está tan dominada por el fauno, por Eugenio, que duda de la realidad y se refugia en lo que podría haber sido, en su amor que sí fue de verdad.
"Ninfa rota" no va dejar a nadie indiferente, no es una lectura placentera, pero sí necesaria. Está escrita con total respeto y con un conocimiento profundo de todos los puntos de vista, del alma del personaje principal. 
Nerea está pidiendo ayuda a voces, necesita un buen final... ¿Podremos ayudarla?

"El secreto del colibrí",
Ana Alcolea - David Guirao
Anaya, 2019


 Ana Alcolea tiene la capacidad de convertir en verdad cualquier tema que trate. No escribe libros edulcorados, llenos de tópicos y mensajes esperados, no, en absoluto. Ana Alcolea es una observadora de la vida y, como tal, pocas cosas le son ajenas. En esta ocasión retoma algunos personajes que ya conocemos, de "El secreto del galeón" y les permite evolucionar o, tal vez, es la propia escritora la que evoluciona con ellos al darles una nueva oportunidad. Encontramos a Carlos y a Elena, la joven pareja que sigue su relación amorosa, aunque con muchos escollos; tantos que, como suele suceder, no hay un "y comieron perdices", sino un cambio, una vuelta de tuerca. Elena sigue su camino como bailarina y Carlos ha de hacer lo mismo, aunque le cueste aprender a entender qué le pasa y lo pague con su madre, Marga, quien, pese a ser adulta tampoco lo tiene nada fácil ni con su relación con su exmarido, o lo que siga siendo, ni con los problemas que se le vienen encima por le enfermedad de Paquita, la viuda de su marido que, en la actualidad, padece de Alzheimer y, aunque ella no la sienta como madre, se preocupa por su bienestar. Ese es el entramado de la historia presente, la actual, a la que se añade un nuevo personaje, fascinante, Amelia, una mujer guatemalteca que vive en España y trabaja cuidando a personas mayores para poder pagar un buen futuro a sus dos hijos. El personaje de Amelia es rotundo, sólido como una roca, sin fisuras y es el punto de inflexión que necesita Marga o Carlos o la propia Paquita quien, cuando la enfermedad le da tregua, aún dice grandes verdades y, sin enmascar, las sigue formulando en sus momentos de desorientación. Carlos siempre le ha echado en cara a su madre que no la considere de la familia y es posible que así sea, pero tiempo tendrá el lector de entender los sentimientos de Marga y de aprender a no señalar a nadie con el dedo. 
Paralelamente, como le gusta a la escritora, se nos relata una historia muy hermosa, llena de poesía, pero también de dureza y crueldad. Nos situamos en el S. VIII d. C., en plena civilización maya, cerca de Tikal. Una familia, a quien el Jaguar mandó sacrificar, sobrevive gracias al trabajo artesano de la madre, Tenamit. La hija pequeña, Iq, lleva el nombre del colibrí al que ciertamente se parece. Sus tapices son tan hermosos que la reina los manda llamar cerca de palacio para que le teja en exclusiva. Es allí cuando comienzan los problemas y surge el amor entre, ni más ni menos, el hijo del Jaguar e Iq. Mientras, la naturaleza se torna enemiga y el Gran Sacerdote pide sacrificios humanos. Y es ahí cuando Iq tiene un papel decisivo.
Amelia, por su parte, cuando tiene algún tiempo, teje una imagen aprendida de sus antepasadas. Mientras le cuenta la historia a Marga, entendemos que es la misma que, paralelamente, se nos está narrando y casi saltamos del asiento cuando descubrimos que la figura que falta al tapiz es Iq, la pequeña  joven, que realmente se convirtió en colibrí.
"El secreto del colibrí dorado" está narrado en tercera persona y maneja perfectamente los tiempos y los espacios. La evolución de los personajes, asimismo, es impecable, aunque diríamos que quien más evoluciona es Carlos que acaba el relato en Guatemala para cooperar en una ONG en el colegio de los hijos de Amelia y descubriendo, por sí mismo, el principio de la leyenda que da nombre al libro.
Sin duda, un relato bien trabajo y exquisitamente contado, que ahonda en problemas familiares, sean de una época o de otra, en cuestiones sociales. Da también una visión lirica de la naturaleza y, a partir de un objeto, como puede ser un tapiz teje, nuna mejor dicho, una historia emocionante.
Hay que mencionar la portada de David Guirao quien suele ilustrar los libros de Ana Alcolea y conoce perfectamente su mundo. Entre los dos, ciertamente, hay una gran complicidad.
Cabe añadir que con la compra el libro se colabora con ADUYA, organización no gubernamental para el desarrollo de proyectos humanitarios en Guatemala,

viernes, marzo 06, 2020

 "Si et pica un mosquit"
Jordi Gastó - Christian Inaraja
Kalandraka, 2020

A tots ens ha picat un mosquit algun cop, però el que, segur, mai hem pensat en fer alguna activitat alternativa com la que ens aconsella Jordi Gastó per evitar que ens gratem i ens fem mal. I així ens explica: "conec un remei / que et pot ajudar". I comença una enumeració amb rodolins d`una sèrie d´activitats xalades, esbojarrades i plenes d´humor que, de ben cert, faran riure als petits lectors i als grans. Així podem fer saltirons, ganyotes, posar-nos un barret, cantar, tocar el tambor, cuinar, anar a la fira, fer un tomb en barca i arribar a una illa plena de "monstres, fades i follets". També podem construir un castell "vigilat per un drac" o volar en globus... Un munt d´activitats que potencien l´imaginació, que ens poden ajudar l´inconvenient de la picadura. I així arribem al final, ple d´alegria i de sentit comú, que ens torna a la realitat perquè, si ens pica un mosquit, la picadura, per molt que fem un munt de coses, no marxarà, però, ep!, ens divertirem molt.
Capgirar un problema en un moment divertit és tot un repte i ens fa veure els petits inconvenient d´una altra manera, amb perspectiva; però també amb realisme.
Aquests remeis únics contra una picadura ens venen ben acompanyats pels dibuixos d´en Christian Inaraja, aparentment senzills, amb trets ben marcats que permeten entendre les emocions del protagonista al qual un mosquit l´acaba de picar al braç.
Un llibre molt divertit, ple de musicalitat, que es pot llegir en veu alta, fins i tot memoritzar i que va adreçat als prelectors i primers lectors que, no en tenim dubte, en gaudiran molt.
El llibre el podem llegir en català, castellà, gallec i eusquera. Ara ja sabem què fer si ens pica un mosquit!

lunes, marzo 02, 2020




"El libro mágico rel Rey Arturo"
Enrique Pérez Díaz - María García Esperón
2020

Los escritores María García Esperón y Enrique Pérez Díaz armonizan sus estilos y sus formas de hacer para ofrecernos un libro singular, de enorme atractivo visual y cargado de sorpresas.
Escribir acerca del Rey Arturo y de la materia de Bretaña pudiera parecer una osadía ya que son muchos y variados los textos acerca de este mítico rey, no obstante, lo distinto es la mirada con que se nos presenta a los personajes. La leyenda da paso a la vida real. No hay nada más mágico que la propia vida, parecen decir los autores; de ahí que se centren en las emociones, en el otro lado de los personajes, en, por así decirlo, la trastienda. Esa es la grandeza: mostrar lo cotidiano de  Arturo, de Merlín, de Morgana, de Guinevere y de tantos otros. Ahora bien, no acaba aquí la potencia de "El libro mágico del Rey Arturo" porque el lector irá descubriendo pequeños momentos de esa historia, la de los héroes que tal vez no quisieron serlo, la de la espada que hubiera querido seguir en su sitio, la de las pócimas y el quizás, siempre tan relativo, siempre tan escurridizo. No hay verdad inamovible ni eterna, esa es la verdad.
Siguiendo un orden alfabético, cual un juego de hadas o de niños o de niños que juegan a ser mayores o de mayores que quieren ser niños, depende, se nos ofrecen distintos puntos de vista, poemas, cartas, escenas, diálogos, dudas, emociones, amores contrariados, dolores que no se curan, equívocos que se agrandan, esperas que se  consumen... Poco a poco, el tapiz de Arturo, puntada a puntada se va enriqueciendo con momentos que, como breves destellos, permiten al lector de hoy, al más joven también, entrar en el alma de esos personajes cercanos a lo mitológico y descubrir, desde luego, que sus pasiones y dolores y anhelos y deseos y miedos, muchos miedos, también limitaciones, son las del hombre del siglo XXI, ni más ni menos. 
"El libro mágico del Rey Arturo", decíamos, viene cargado de sorpresas, como la baraja de las nueve damas o la presentación, pensada y efectiva, de cada capítulo, así como efectos que causan sorpresa, flores, guirnaldas, letras manuscritas, caballeros, justas y misterios.
Enrique Pérez y María García hermanan sus particularidades y consiguen un texto preciso, lúdico, a veces, estremecedor, otros, que conmueve y emociona. No es obsoleto que el rey Arturo cabalgue de nuevo. Así que bienvenida sea la materia de Bretaña si nos permite hacer volar la imaginación y nos trae los aromas de una época que, para nada, está superada. Avalon nos espera.

domingo, febrero 16, 2020

"Medio pan y un libro",
Federico García Lorca,
Kalandraka, 2020
Texto en español, gallego, catalán y euskera

Federico García Lorca es, acaso, uno de los poetas más conocidos no solo por su obra, sino por su talante especial y, por desgracia, por su muerte prematura y violenta. La obra de Lorca está cruzada por la premonición, el destino y la muerte, aunque él, como persona, en su trato con los demás, mostró siempre una cara amable y alegre. De Lorca destacan quienes lo conocieron su magnetismo y su vivacidad. Por eso, no es de extrañar, que levantara grandes pasiones a la vez que grandes odios porque era un ser especial, tocado por la gracia de la palabra y la inmortalidad del arte.
En 1931, en septiembre, a García Lorca lo invitan a que inaugure la biblioteca de su pueblo natal, Fuente Vaqueros. El poeta acepta con orgullo esta distinción y lee ante su pueblo el discurso que hoy nos ocupa y que ha sido publicado en forma de libro por Kalandraka.
"Medio pan y un libro" es, en primer lugar, un alegato a favor de la libertad y de la cultura, de la necesidad que todos los seres humanos tienen de instrucción. Nos recuerda la consigna de Joaquín Costa, el autor regeneracionista, quien, años antes, y con seguridad fue conocido por Lorca, dijo aquello de que lo que hacía falta en España era "Despensa y escuela". Muy a favor esta Lorca quien aún afina y concreta más, como bien podemos leer en las siguientes líneas: "No solo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que todos los pueblos piden a gritos". 
En el discurso, el poeta nos habla de su pueblo al que ensalza y ennoblece, para pasar a comentar el deseo del ser humano de aprender que se plasma en la creación de la escritura y la búsqueda de distintos soportes para poder emplearla. Lorca repasa cronológicamente desde la piedra hasta la imprenta el anhelo que todo hombre, toda civilización tiene del libro; a la vez que rechaza frontalmente la ignorancia, en forma de guerra o de violencia sin más, que ha acabado con tantas bibliotecas y tantos libros.
García Lorca habla del presente, pero también de la deuda que tenemos con el pasado, así como la proyección hacia el futuro, porque tiene muy claro que hay que trabajar con ahínco por las generaciones que vendrán. Lorca se muestra confiado y esperanzado y arenga a sus conciudadanos a colaborar para que esta biblioteca sea solo el principio de muchas más. Para el poeta hay una verdad esencial que se obstina en transmitir: "...el hombre sigue luchando con las uñas, con los ojos, con la sangre, por eternizar, por difundir, por fijar el pensamiento y la belleza".
Pese a que han pasado casi 89 años desde este discurso, su contenido sigue siendo vigente, más vigente que nunca podríamos decir. Nuestra sociedad necesita modelos de cultura, fuentes de sabiduría que le permitan formarse y crecer en libertad. Necesitamos contagiarnos de la pasión del poeta para rechazar aquellas consignas que nos anclan en la ignorancia y para tratar de mantener vivo ese anhelo humano que tiende hacia el infinito. Conviene que aquellos que tengan influencia y ocupen puestos de responsabilidad no olviden que la cultura, como bien nos recuerda el poeta, es la "única salvación de los pueblos".


domingo, febrero 09, 2020

"Hoy es siempre todavía"
(Antología poética)
Antonio Machado,
Selección y prólogo de Anabel Sáiz
Algar, 2020

Con inmensa alegría presento esta Antología que la editorial Algar ha tenido la deferencia y confianza de encargarme. Don Antonio Machado siempre ha sido un poeta cercano para mí, de ahí la enorme ilusión que he sentido al realizar este trabajo. Se trata de una muestra muy amplia de la obra del poeta sevillano, de la que se ha suprimido la prosa, pero sí se ha incluido, íntegro, el romance "La tierra de Alvargonzález".
Si el lector lo desea, en el prólogo encontrará las claves para entender tanto la poesía como la vida del poeta, así como algunas pinceladas del tiempo que le tocó vivir.
Es una antología que aparece en una colección juvenil, lo cual es una oportunidad de que los versos del poeta lleguen a chicos y chicas que aún no los han leído y que podrán disfrutarlos, como si fueran nuevos, ya que la poesía de don Antonio Machado nunca envejecerá, al contrario, va ganando juventud conforme pasan los años. Muy bien nos dejó dicho que, para él, "poesía era palabra en el tiempo". Ojalá esa palabra llegue a muchos lectores.

"12 poemas de Antonio Machado"
Ilustrados por Pablo Auladell
Kalandraka, 2020

Don Antonio Machado siempre tendrá algo que decirnos porque su palabra, generación a generación, se sigue escuchando pura y nítida. De ahí que sea una idea excelente introducir a los niños de hoy en día en la lectura de un poeta atemporal quien, justamente, defendió que la poesía era "palabra en el tiempo". Nadie como don Antonio para hablarnos de la infancia, del recuerdo que dejó en él, ya adulto, su niñez o del paso del tiempo, siempre cambiante y burlón o de los sueños, de los que nunca se sabe a ciencia cierta si son verdad o no. El poeta sevillano escribió acerca de los limones de su infancia, acerca de la nostalgia de sentirse aún niño en un cuerpo de adulto; pero también supo ver qué había detrás del paisaje, no solo emociones, sino vivencias y personas que lo habitaban.  No desdeñó temas más duros como la muerte, la de sus amigos y referentes, la de su amada esposa-niña Leonor, la de Federico García Lorca, la de él mismo, siempre premonitoria.
La selección que presenta Kalandraka está realizada por Manuela Rodríguez y Antonio Rubio. Muy difícil habrá sido para ellos escoger solo doce poemas, pero lo han hecho con soltura y acierto. En el libro hay una evolución marcada desde el Machado de las "Soledades", hasta el de "Campos de Castilla" e, incluso, la elegía dedicada al asesinato de García Lorca. Poemas tan emblemáticos y conocidos como "He andado muchos caminos", "Pegasos, lindos pegasos", "Recuerdo infantil", "Las moscas", "La saeta", "A un olmo seco" o "Retrato", el poema que inicia "Campos de Castilla" y que se ha escogido para cerrar el libro por su fuerte carácter autobiográfico. Son poemas musicales, de distinta métrica, algunos de ellos muy conocidos por las versiones de Joan Manuel Serrat, que se ofrecen, limpios y emocionados, al niño de hoy pues la poesía de Antonio Machado no tiene edad, ya que, como él mismo dejó escrito, "Hoy es siempre todavía".
Nos interesa mucho destacar las ilustraciones de Pablo Auladell que no ocultan la esencia machadiana, ni la desdibujan, antes la dibujan de manera potente y muy directa. Gracias a estas ilustraciones elegantes, de suaves pinceladas y claroscuros, es más fácil entender la atmósfera machadiana, su esencia, esa continua nostalgia del mundo mágico, de su infancia, del sol de su Sevilla natal. Como muy bien nos dice el propio Pablo Auladell, tal vez don Antonio, el poeta bueno por excelencia, siempre estuvo en el Palacio de las Dueñas y desde allí, a través de los sueños, las galerías y la evocación, nos habló del tiempo, del agua que fluye, de las fuentes amigas y hermanas siempre con honestidad, sobriedad y rigor. De ahí que las ilustraciones evoquen, como no podría ser de otra manera, ese lugar al que todo quisiéramos volver algún día y que algún poeta calificó de verdadera patria del hombre. Don Antonio Machado lo sabía muy bien.

domingo, enero 19, 2020





"Non stop"
Tomi Ungerer
Kalandraka, 2019

"Non stop" es ya un clásico de la literatura infantil. Escrito e ilustrado por Tomi Ungerer en sus últimos años, "Non stop" muestra la preocupación del autor ante un mundo cada vez más deshumanizado y maltratado. En "Non stop" todo el mundo se ha ido a la luna porque en la Tierra es imposible vivir a causa de la contaminación, de la guerra y de tantas otras lacras. El asfalto lo invade todo y hace que sea difícil poder vivir. Solo Vasco, un personaje ataviado como un cartero, se mantiene fiel a sí mismo y, gracias a su sombra que lo guía, es capaz de sortear obstáculos y de ayudar a otros seres tan solitarios como él mismo. Consigue salvar a un bebé, Poco, y eso le da la fuerza necesaria para sortear todo tipo de catástrofes y desastres humanos, vertidos de petróleo, ciudades arruinadas, terremotos y, sobre todo, soledad. De alguna manera, Vasco se salva y logra hacer de Poco una persona instruida y de vivir en paz.
La paz, exactamente, ese es el gran objetivo de Tomi Ungerer que ve peligrar a cada momento. De ahí que escriba este relato, cuyo título ya nos advierte de que no hay retorno, no hay vuelta atrás. Ahora bien, pese al tono apologético y duro de la historia, no parece que la intención sea crear desazón ni amargura, más bien señalar la puerta a la esperanza en los personajes de Poco y Vasco.
El relato va destinado a los primeros lectores y es una apuesta lúcida por un mundo mejor, pero, para ello, tiene que mostrar no los claros, sino los oscuros, la dureza de la humanidad, el racismo, la intolerancia, la falta de respeto por la naturaleza, las ciudades deshumanizadas... Frente a esto está la paz, la vida, la amistad y la esperanza. Un buen legado, sin ninguna duda. El mejor.
Ni qué decir tiene que las ilustraciones, duras y enérgicas, plantean toda la impotencia del ser humano, en este caso de Vasco, y de su fuerza cuando tiene un objetivo en la vida, cuidar de un niño; entonces Vasco es capaz de superar sus propias limitaciones y creer en el futuro.

"Nadie como yo"
Ignacio Chao (texto) - Eva Sanchez (ilustraciones)
Kalandraka, 2020

"Nadie como yo" es, en principio, un álbum ilustrado destinado a los primeros lectores. En primera persona, el personaje principal, un cerdo bastante antipático, cuenta su perspectiva de la vida, llena de vanidad, de egocentrismo y de superioridad. Este cerdo, humanizado al máximo, considera que es una de "las grandes personalidades de este país recóndito". Es muy consciente de su origen "pobre y vulgar", pero se sabe a salvo de cualquier mal; es más, se siente objeto de adoración: "Todos me admiran. Todos me contemplan extáticos". Se siente único, importante, al margen de cualquier problema e, incluso, poco menos que divino. El lector no da crédito a tanta soberbia y no entiende cómo un cerdo que se supone destinado a la alimentación humana, es capaz de semejante discurso. Ahora bien, todo tiene su doble interpretación, no hay verdad absoluta y los puntos de vista y las culturas son variadas. Este cerdo ególatra puede serlo, sí, porque es único, cierto, ya que, y el final nos deja a todos sorprendidos, es el único cerdo del zoo de Kabul. A nadie en Kabul se le ocurriría proponer que se sacrificara el animal y se hicieran jamones y chorizos con él. Eso nuestro personaje lo sabe y es lo que lo ha encumbrado; aunque debería conocer la opinión que tienen de él y de los de su especie los humanos que van a verlo al zoo. Seguro que no le gustaría.
Decíamos que "Nadie como yo" va destinado a los primeros lectores,  aunque, después de leer el libro y tratar de interpretar sus claves simbólicas, el lector adulto puede reconocer en el cerdo egoísta a más de un humano, instalado en su zona de confort, con poder para hacer y deshacer y con ninguna empatía para con los demás humanos, como le ocurre al cerdo de Kabul a quien no le importa la suerte de sus semejantes, solo la suya. 
El tono del relato, dado que es una especie de discurso o arenga, resulta frío y recargado, lo cual  se ajusta muy bien a la personalidad del protagonista y encaja muy bien con el final de la historia.
Las ilustraciones juegan con las sombras, con los símbolos, con los detalles y nos muestran, con fuerza, a ese personaje solitario, amparado en su rareza y autocomplaciente.
Sin lugar a dudas, es un relato muy apropiado para incorporar en los centros escolares y releer cada 30 de enero, el día escolar por la paz y la no violencia. No es paz lo que nos contagia el personaje, de ahí que convenga leerlo despacio, mirando bien las ilustraciones, entendiendo el texto para ser capaz de rechazar el mensaje del cerdo de Kabul.