viernes, septiembre 14, 2018

"Una jirafa y media"
Shel Silverstein - Miguel Azaola
Kalandraka, 2018

Vamos a pensar por un momento qué puede ocurrir si tenemos una jirafa. Esa posibilidad, a los adultos, se nos puede antojar excéntrica o poco seria, depende de quién lo piense; pero... ¿y si a un niño a quien se lo preguntamos? Las respuestas entonces pueden ser infinitas y todas dentro de la lógica implacable de los niños. Ahora bien, ¿y si a esta jirafa se le estira el cuello? ¿y si, acto seguido comienzan a aparecer todo tipo de criaturas y objetos que se van añadiendo a esta jirafa de por sí ya muy insólita?¿Se les ocurre alguna respuesta o se han quedado asombrados sin palabras? 
Pues bien, esto mismo es lo que, hace casi 50 años, planteó Shel Silverstein en este libro que no persigue mayor finalidad que la de la diversión, la creación lúdica y el fomento de la imaginación más desatada, más disparatada podríamos, incluso, decir.
Silverstein se divierte añadiendo personajes (una rata, una abeja, una boa,una mofeta, un dragón...) y objetos (un sombrero, una rosa, una bota, una flauta, una silla, una chincheta...). Personajes y objetos sin ninguna relación aparente que se van sumando y aportando plasticidad a este cuadro asombroso de la jirafa y el niño tirando tirando de una cuerda que lo une a su cuello. Lo genial de esta superposición es la riqueza lingüística, los adjetivos, las rimas, el ritmo que Miguel Azaola logra, en su traducción, de una forma genial.
Poco a poco esta amalgama de personajes y objetos se van restando, de igual forma que se sumaron, uno a uno, siguiendo una lógica y un orden que, a estas alturas, nos parece más que natural. Las oraciones condicionales marcan una posibilidad y con esa posibilidad se van superponiendo imágenes y se van, de igual manera, deshaciendo porque cada animal y cada objeto tiene su lugar en el mundo que ocupa cuando todo va volviendo a la normalidad, si es que podemos decir que es normal tener una jirafa, aunque, eso sí, sin un cuello estirado. Entonces, leemos como conclusión,  "¡Tendrás una jirafa nada más!". ¿Y nos parece poco?
Shel Silverstein juega con el lector y establece con él un diálogo continuo ya que lo hace también protagonista de esta historia que se inscribe en lo que podríamos calificar de puro nonsense.
Las ilustraciones, del propio autor, en blanco y negro,  muestran, en paralelo al texto escrito, la transformación de la jirafa y el retorno a su ser normal. Es como si, a la vez que vamos leyendo, en una hoja en blanco, de manera rápida y certera, se representase esa misma historia que se hace y deshace ante los ojos asombrados de quien la lea, sea niño o adulto.
"Una jirafa y media" es un texto divertido, chispeante y original. Un texto que se toma muy en serio a sus lectores y les ofrece un vocabulario rico, cuidado; unos recursos lingüísticos precisos y un ingenio que nunca pasará de moda. 

jueves, septiembre 13, 2018

"Un largo viaje"
Daniel Hernández Chambers - Federico Delicado
Kalandraka, 2018

"Un largo viaje" es uno de esos libros oportunos y necesarios. Daniel H. Chambers arroja una mirada lúcida al, por desgracia, actual conflicto de la inmigración por causas bélicas o políticas.  Dos son las historias que se cruzan en este texto. Por un lado, un grupo de personas han de dejar su casa, coger lo imprescindible y marcharse porque, como dice el padre a su hijo la guerra ha empezado. Su destino es incierto, porque solo saben que, si quieren salvar la vida, han de irse, dejar su mundo y su vida y buscar nuevos horizontes. El niño se resiste, no quiere dejar sus cosas, sus juguetes, sus amigos..., pero el padre porfía y se van. Han de ir al norte, siempre al norte. Por otro lado, una madre oca le dice a su hija que deben partir también, porque necesitan otro clima, han de ir al sur. La hija se resiste también porque cree que no lo conseguirá.
Humanos y aves se ponen en marcha; los humanos pasan por distintas etapas, a veces son tratados con humanidad, otras con odio e, incluso, sufren abusos y vejaciones. Las aves también han de enfrentar distintas dificultades, casi todas debidas a la climatología.
La diferencia es que los problemas humanos no son naturales, son causados por otros humanos y otros humanos más se niegan a resolverlos, amparados en su prepotencia. Las penurias de las aves no son evitables, las de los humanos sí.
Sea como sea, ambos se cruzan y llegan a su destino. Las aves pueden, al fin descansar; los humanos no, porque una barrera de espinos les impide avanzar.
Con este sabor agridulce, metafórico, sin decir, pero dejándolo claro, el autor nos transmite su malestar por estas gentes obligadas a dejar sus vidas y expuestas a todo tipo de dificultades. Cuando llegan a una zona que entendemos que es la cuenca mediterránea creen que, al ser crisol de civilizaciones, allí serán acogidos, pero se engañan. Y, sin duda, esa cerrazón afecta a toda la sociedad, endurecida y rígida, antinatural y soberbia.
"Un largo viaje" es un libro teñido de melancolía, realista, aunque muy hermoso y bien equilibrado, que cruza las dos historias y, con pequeñas pinceladas, va mostrando las diferencias y los paralelismos, aunque no juzga, eso ha de hacerlo el lector.
Las ilustraciones de Federico Delicado ponen el dedo en la llaga en el drama de los refugiados. Son ilustraciones llenas de detalles, con poco color, muy realistas, que juegan con los claros y los oscuros e incluyen muchos guiños simbólicos para propiciar la reflexión del lector.
El libro clama por el derecho de miles de personas que no están pidiendo nada más que poder vivir de manera digna. Personas que necesitan curar sus heridas del alma y del corazón y que necesitan justicia y apoyo, no normas que nadie entiende ni corazones cerrados.
"Un largo viaje" es un título metafórico que apela al entendimiento y a la paz. Sin duda, una historia dura y poco amable, aunque con una mirada digna, muy humana y cuajada de ternura. Un libro que los más pequeños no deben dejar de leer, aunque igual necesiten la compañía de un adulto quien, por desgracia, igual no tiene ninguna respuesta a todas las preguntas que van a surgir al final. ¿Quién es el responsable de ofrecer respuestas y, por lo tanto, soluciones? Que cada quien lo piense y medite.
El relato, insistimos, es de impecable factura, muy original en cuanto al hecho de cruzar dos historias paralelas y está muy bien resuelto, no edulcora los hechos, tampoco los agranda. Los muestra. Las ilustraciones con el reflejo de miradas, de gestos, de situaciones nos permite ir un poco más lejos aún, ser más críticos y certeros en nuestras apreciaciones. Los niños necesitan ejercer también de críticos y juzgar la sociedad en la que viven porque ellos habrán de mejorarla. Por lo tanto, bienvenidas las historias como la que acabamos de reseñar.


miércoles, septiembre 12, 2018

"Tres tigres por un trigal",
Francisco Álvarez Velasco - Josefina Junco
Impronta, 2018

Érase que se era un contador de cuentos que conocía la manera de encandilar a su público y que era capaz de jugar con las palabras, con sus sonidos, ritmos y cadencias para deleite de niños y mayores. Y este contador se llama Francisco Álvarez Velasco quien domina a la perfección todos los recursos de la poesía, oral y escrita, quien tiene alma de niño y no duda en divertirse con lo que escribe, aunque sin olvidar un poso de sentencia, de persona experimentada. Y así nos llega este álbum ilustrado titulado "Tres tigres por un trigal", el cual brota de un trabalenguas, aunque lo trasciende, porque, sin olvidar los juegos de palabras, las concatenaciones, las rimas, las anáforas y otros recursos literarios, nos remonta a un tiempo en el que el paisaje formaba parte de las vidas humanas, en el que la naturaleza era una fuerza temida, amada y respetada, en el que los grandes y pequeños animales eran capaz de convivir y de adaptarse a cualquier realidad. Y ese tiempo de canciones, de juegos, de nostalgia, es el que se nos ofrece a manos llenas en el libro que estamos reseñando.
Tres son los tigres protagonistas, "Uno / y /Dos/ y /Tres". Cada uno con una personalidad, el mayor, más sabio, el mediano quizá prudente, el pequeño acaso despreocupado; los tres juntos, escondidos, agazapados, juguetones, jugando a las adivinanzas:
"En las amapolas
se esconde la monja,
con enaguas blancas;
el fraile se oculta
con sotana roja,
y un chichiribaile
con faldones rosa".
Y jugando con las amapolas, cambia el tiempo, cambia el paisaje y otros animales se asoman, un grillo, una ranita, un insecto palo...
Llega la noche y los tigres se transforman en gatos pacíficos que rodean la cuna del niño, porque no otro es el sueño del niño, lleno de imaginación, en donde todo es posible y en donde se mezcla realidad y fantasía.
Enlaza el poeta unos versos con otros, en perfecta armonía, haciendo que las palabras tengan vida propia, luz, casi tacto y vista. Es una fiesta para los sentidos leer, por ejemplo, cuando llega el día y todos se retiran, qué hay a los pies de la cuna, los mejores tesoros, porque brotan del alma:
"...y hasta había papas
con mitra de oro,
y mano coral,
y almendra de fuego,
perlas y esmeraldas
llenas de luz verde,
grandes amatistas
traídas de Zambia,
ámbar, malaquitas,
y jades de China,
de Japón topacios
azules, zafiros,
ágatas, turquesas
como de princesas,
rojas espinelas..."
Cuando aparece el frío, los tigres cambian su naturaleza y se vuelven mansos, pero no dejan de soñar con la primavera y con sus amapolas y con su libertad.
El verso de Francisco Álvarez, de arte mayor, a menudo hexasílabo, entronca con el modernismo más jugoso de Rubén Darío y se acerca a la princesa triste que con gusto jugaría con estos tres tigres que acaso dejen de estar tristes a su lado, como cuando rodean al niño en la cuna. Solo cerca de la inocencia, dejan de existir los peligros.
La historia está ilustrada por josefina Junco, con unas imágenes llenas de color, sugerentes, que envuelven los versos y permiten que los disfrutemos de una manera global y plena. ¡Qué experiencia para el lector verse entre un trigal, rodeado de amapolas...y también de tigres!
 "Tres tigres por un trigal" es un libro para leer en voz alta, para ser gustado, escuchado y disfrutado en compañía. Ahora bien, si se lee en silencio, de manera concentrada, quizá el lector avezado encuentre ese poso de nostalgia de la niñez, de recuerdo, de tributo al pasado que Francisco Álvarez, como ya hemos advertido, no olvida.
Sea como sea, disfruten de la lectura y de las imágenes.

sábado, septiembre 08, 2018

"El clamor de las mujeres",
Rosa Ruiz Gisbert,
Ediciones del Genal
Málaga 2018

"El clamor de las mujeres" es un libro que contiene un puñado de biografías de mujeres, de todo tipo y condición, unidas por un mismo sentir y unos mismos condicionantes: eran mujeres en un mundo de hombres, en un mundo de desigualdades y afrentas para la mujer. ¿Acaso eso ya está superado? Rosa Ruiz, harta de leer noticias en la prensa en los que las  afrentas a la mujer siguen, aún en nuestros días, ha querido alzar su voz y su pluma en nombre de la igualdad de oportunidades.
Son muchos los despropósitos que leemos, vemos y oímos. Se sigue cuestionando la forma de vestir de la mujer, si es ella quien provoca en caso de violaciones, se sigue pagando menos salario aunque el trabajo sea el mismo, se la sigue vetando, ninguneando y usando, porque no están muy lejos algunos escándalos sexuales vinculados con la política o el cine. Parece que la mujer deba recorrer un camino más duro y demostrar mucho más que el hombre solo por ser mujer. Y no es que se hable de ser superior, sino, simplemente igual.
De ahí que Rosa Ruiz hable de escritoras que tuvieron que firmar con seudónimo masculino o de mujeres que fueron criticadas por fumar o por llevar pantalones o de mujeres de cuya obra se apropió su marido o de mujeres a las que, sencillamente, se las condenó o apartó o se les prohibibió hacer su carrera o escribir su obra o, simplemente, votar en unas elecciones. Hay mucha fuerza y valentía en estas biografías que se leen con verdadero interés.
Rosa Ruiz ha hecho una elección personal, aunque pensamos que acertadísima y, desde el S. XIV con Christine de Pizan hasta nuestros días con Rigoberta Menchu, son 22 biografías breves las que contiene "El clamor de las mujeres". Entre otras, George Sand, Sor Juna Inés de la Cruz, Camille Claudel, Rosa Luxemburgo, Maruja Mallo, María Zambrano, Hedy Lamarr y Rosalind Franklin, por citar a unas cuentas.
La autora traza de manera certera los principales rasgos de cada una de estas mujer. Las sitúa en el tiempo y el espacio, alude  a sus antecedentes familiares y las acompaña en los aspectos más importantes de sus vidas. Para ello se ha documentado de manera exhaustiva, aunque sabe muy bien cómo dosificar la información. A menudo, menciona citas o frases de distintos estudiosos de estas mujeres y no olvida nunca explicar cómo se encuentra su memoria, cómo las trató la historia y si han sido reivindicadas por fin. Su frase directa y sin aspectos superfluos hace que el lector sienta curiosidad por acercarse al perfil de estas mujeres, en algunos casos, muy poco conocidas y menos valoradas.
En resumidas cuentas, un libro oportuno, bien documentado, que no solo va destinado a las mujeres, sino a cualquier lector porque como, al final, escribe Rosa Ruiz se trata, ni más ni menos, que de construir una sociedad mejor. Y eso nos interesa a todos.

"Como polvo de la tierra"
Miguel Ángel Badal Salvador
Tagus, 2012 (Formato ebook)
Ediciones Click, 2017 (versión impresa)

"Como polvo de la tierra" es una amplia y generosa novela histórica cuyo origen se halla en un concurso literario, concretamente el certamen nacional de relato breve Don Álvaro de Luna que se organiza en Cañete (Cuenca) con motivo de la Alvarada, desde hace cerca de 20 años. Miguel Ángel Badal ganó este certamen en dos ocasiones y en una se presentó con el relato que dio origen, tiempo después a la novela que estamos reseñando. Publicada originalmente en formato digital, también se puede leer en formato impreso, aunque de manera más limitada.
La novela se sumerge en la Edad Media, concretamente arranca en el año 1348 y acompaña, en su devenir personal y social, al médico judío Leví Aben Yosef. Leví es hijo y nieto de médicos, se educó en la aljama y, de alguna manera, siempre estuvo por debajo de su hermano mayor, también médico. Cuando pudo, a raíz de su matrimonio con la joven Benvenida, en Cannete (la actual Cañete) pudo instalarse como físico y parecía que su vida sería plácida y óptima, pero varias circunstancias se dieron para que todo se torciera. Para empezar, la plaga de la peste negra que, en continuas oleadas, asoló a Europa. Se acusó a Leví de ser, como judío, uno de sus propagadores y tuvo que huir, como pudo, con su esposa, porque su casa fue quemada. Se instalaron de nuevo en Cuenca, con su hermano, pero otra vez se dieron vientos hostiles y acabaron en Teruel, casi como indigentes. Allí el azar quiso que curara a la hija de un pañero, la joven Meriem, pero también que muriera su esposa, a la que él tanto quería y reverenciaba. Leví, poco a poco, se instala en Teruel y acaba casándose de nueevo con la hija de su benefactor, Meriem y volviendo a ejercer la medicina. No es una vida fácil la de Leví pues ha de ser testigo de las turbulencias que se dan en la ciudad aragonesa y acaba de nuevo envuelto en problemas. Obligado a abandonar Teruel y, ya anciano, regresa a sus orígenes, a Cañete y ya el resto deberá averiguarlo el lector.
La novela interesa por muchos motivos. Para empezar, el autor domina perfectamente el período histórico que trata en el que no solo se declaró la peste negra sino que hubo varias guerras, como la de los dos Pedros, en la que Leví también, contra su voluntad, participa. Otro aspecto que la hace atractiva es el lenguaje que emplea, plagado de arcaísmos, de términos de la época y con muchas alusiones a la cultura hebraica, a su riqueza literaria y a sus costumbres y creencias. A Leví le gusta mucho componer versos y recuerda, continuamente, en distintos momentos, aquellos que le son de ayuda o que lo conmueven. También es un ferviente seguidor de Maimónides a quien se cita en varias ocasiones. Por otro lado, es impresionante el conocimiento de medicina antigua y cómo se logra evitar el tono didáctico porque se inserta perfectamente en el relato.
Conviene advertir que es el propio Leví quien nos cuenta su historia en primera persona. Lo hace de dos maneras, o mediante largas cartas que escribe a familiares o amigos o a través de su diario o libro de días. Cabe señalar que la cronología se data siempre según el calendario judío. A través de sus palabras conocemos a un hombre honesto, íntegro, atrapado en un mundo hostil, que lucha por salir adelante con las herramientas de la sabiduría y la experiencia. 
Por otro lado, el resto de los personajes se muestran de manera indirecta, salvo sus dos mujeres, tan distintas entre sí,. La primera, valiente y defensora del papel de la mujer en la judería, una mujer que acudía a la sinagoga y que osaba llevar la contraria a su propio padre, una mujer hermosa y rebelde que se levantaba cada día dando gracias al Altísimo por haberla hecho mujer y no hombre. La otra, Meriem, muy hermosa también, más joven que Leví, es una mujer fría, que se distancia de su marido, que no se siente a gusto, que incluso lo engaña y que muestra un carácter duro y cruel.
"Como polvo de la tierra", pese a ser una novela muy extensa, se lee con mucho interés porque nos adentra, con todo lujo de detalles, en una época apasionante, la Edad Media. No deja indiferente  al lector la figura de Leví ni sus razonamientos, tan equilibrados, tan mesurados, quien, pese a todo, no pierde la esperanza y trata de seguir adelante haciendo lo que mejor sabe: curar a las personas.
No nos olvidamos del aspecto geográfico, tan bien localizado y descrito. La villa de Cañete, Moya, Teruel, Cuenca y otras tantas se nos presentan con sus gentes y su peculiar trazado. Son tan vivas las descripciones que hace de estas localidades que realmente apetece visitarlas, con el libro en mano, y tratar de seguir las rutas que pisó nuestro amigo Leví.
En definitiva, una novela espléndida.

martes, septiembre 04, 2018



"UniVersos"
Marisa Alonso Santamaria - Elizabeth Aguillón
Proyecto Verkami
2018

“UniVersos” es un poemario compuesto por doce poemas que su autora dedica, como dice el título, a elementos del universo, básicamente la luna y el sol, aunque también aparecen las estrellas y los cometas.
De forma deliciosa y muy sugerente, se humanizan estos personajes, lo cual permite al lector infantil sentirlos muy cercanos, con sus mismas emociones e intereses. Así, entre la Luna y el Sol se establece una relación de afecto muy especial, son amigos y se valoran, aunque sean distintos. Todos los elementos del universo se necesitan e interactúan porque no hay nadie más importante, sino que todos son necesarios: “Todos se columpian / y revolotean / en el universo / todos juntos juegan”. El elemento del juego, el elemento lúdico es fundamental en estos versos: “La luna baila en el cielo / junto a la Tierra y el sol./ También juegan a esconderse. ¡Ay, qué revoltosos son!”
Son actitudes que irradian energía, que contagian ganas de vivir: “Entre luceros y estrellas / el sol baila un rock and roll, / la tierra baila una samba/ y la luna un charleston”. Juegan también al escondite y eso hace que, hasta que no llegue el sol, el cielo se quede a oscuras.
La luna muestra sus diversas caras, se enfada si el sol no la atiende, se ruboriza a veces; mientras el sol trata de complacerla y se muestra siempre conciliador. Y es que, en definitiva, la luna y el sol son amigos y así lo demuestran siempre: “Si dieron dos besos / y un gran achuchón./ ¡Ay, cuánto se quieren / la luna y el sol!”.
“UniVersos” es un ramillete de poemas en arte menor cuyos versos mantienen un ritmo muy marcado. A menudo se acude a las rimas agudas las cuales dan mucha sonoridad y a las estrofas populares, con rima asonante. Son versos para ser recitados en voz alta, para ser aprendidos y cantados en los juegos, que entroncan con el origen de la poesía, hecho de música y de ritmo, hecho de melodía.
La personificación constituye el eje semántico de todo el poema, aunque la autora no olvida ni los juegos de palabras, ni las exclamaciones ni las enumeraciones. Todo permite lograr un conjunto estético muy apto para los más pequeños.
No podemos olvidar las ilustraciones de Elizabeth Aguillón que son explosiones de alegría y de luz. Sobre el fondo negro, que imita el cielo oscuro, se pasean todos los personajes en sus actitudes humanas. Mediante el collage, nos acercamos a los rostros del sol y la luna, a las estrellas, vemos las luciérnagas y, por supuesto, observamos a los propios lectores que acaso puedan interactuar y jueguen a pintar el sol y la luna o a coger una escalera y visitarlos. La imaginación es libre, sin duda.
En suma, un libro muy visual, lleno de guiños al lector, que apela a la amistad, al compromiso personal, al respeto por los demás y a la alegría de vivir.