miércoles, marzo 25, 2020


"Romancero mágico",
María García Esperón - Enrique Pérez Díaz- Anabel Sáiz Ripoll
DosOrillas



De la mano de tres escritores de ambas orillas, la mexicana María García Esperón, el cubano Enrique Pérez Díaz y la española Anabel Sáiz Ripoll, se presenta el libro "Romancero mágico" que trata de unir distintos sentires en un mismo tema porque distintas son las voces y las experiencias lectores, pero una misma la sensibilidad.
¿Por qué se parte de los romances? Los romances, podemos recordarlo, son poemas desgajados de los antiguos cantares de gesta medievales que los juglares cantaban de pueblo en pueblo, de plaza en plaza. Son poemas octosílabos, que riman en asonante los pares y que presentan un momento de una historia singular. Acostumbran a quedar inconclusos para favorecer más la imaginación o la intriga en quien los escuchaba.
En este primer cuarto del Siglo XXI, herido y convulso, las palabras se nos vuelven más necesarias que nunca y buscamos salvación en la poesía, en la música, en la imaginación. De ahí que los tres autores, verdaderos juglares modernos, hayan decidido rescatar del olvido damas, reyes, príncipes, caballeros, oficios, luchas, quimeras para ofrecerlas, nuevas, perfectamente actuales, a los lectores de hoy.
El "Romancero mágico" se organiza, como se verá, de forma alfabética, de la A a la Z cada letra la ocupa un personaje, un momento o un elemento. Pueden ser personajes históricos con nombres y apellidos, el Cid, doña Ximena, don Rodrigo, los Infantes de Lara,; personajes genéricos, el Enamorado, la Doncella Guerrera o el Prisionero; aunque también pueden ser objetos como el zurrón o una mera letra que lo engloba todo, como la “y”.
El formato del libro es sumamente original y muy visual y apetecible ya que encontraremos prosa, en forma de cuento, en forma de conferencia, en forma de epístola, pero también poesía. Hay, además, muchas sorpresas porque, a este romancero mágico, que por algo lo es, se asoman otros personajes como Moctezuma dialogando con Boabdil. Son muchos, pues, los puntos de vista y los autores dejan fluir su imaginación e interpretan, a su manera, siempre con respeto, siempre con senbilidad, algunos momentos cumbre del romancero, sea Gerineldo, sea doña Urraca, sea Abenámar, doña Alda, Bernardo de Carpio, Florinza la Cava o la mismísima Dulcinea e, incluso, el hada de la Alhambra. Romancero nuevo y viejo se entremezclan, ahí está la alusión a Lepanto y al galeote de Góngora o la Oriental de Zorrilla.
Decíamos que, visualmente, es también un libro hermoso puesto que la maquetación, ciertamente, está muy cuidada, como verá el lector en cuanto abra la primera página. Por otro lado, la portada y la contraportada muestras dos fotografías de Alberto Asensio de dos lugares emblemáticos de Cañete (Cuenca), un pueblo serrano que sabe mucho de juglares, de murallas y de consejas.
En definitiva, el "Romancero mágico" es, como indica el adjetivo, eso, pura magia y goce creativo. Las palabras fluyen y los textos se entrelazan. No sabemos qué ha escrito cada autor, pero sí sabemos que su propósito es buscar espacios de libertad, encontrar en el pasado respuestas para el presente y permitir, sobre todo, hacernos soñar y constatar que estamos donde queremos estar.


domingo, marzo 15, 2020

 "Ninfa rota",
Alfredo Gómez Cerdá,
Anaya, 2019

Con "Ninfa rota", Alfredo Gómez Cerdá obtuvo el XVI Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil y no es para menos, como advertirá el lector.
"Ninfa rota" es una novela valiente que nos hiere y nos sacude de forma profunda, pero que también nos hace pensar  y reflexionar acerca de lo que podríamos llamar relaciones tóxicas aplicadas a una pareja de adolescentes.
Marina, en primera persona, comienza escribiendo en un cuaderno, por imperativo del psicólogo, toda la historia y el porqué se encuentra de esa manera, desmadejada y sin ánimo para luchar. Marina, en apariencia, tiene todo para ser feliz. Sus padres la adoran y sus amigos, sobre todo Nerea, también. 
De pequeña su madre le contaba historias mitológicas y su padre cuentos tradicionales para tratar de compensar. De ahí, quizás, que Marina tenga sueños obsesivos con un fauna y una ninfa, que mantienen una relación poco natural, de fuerza por parte del fauno, de sumisión y miedo por parte de la ninfa. Estos sueños son importantísimos para entender cómo se siente Marina.
La joven se enamoró de Eugenio, un compañero de clase quien, en poco tiempo, le robó la voluntad. Exigiéndole total confianza, Eugenio tiene todas sus contraseñas y acceso a su intimidad, pero total y absoluta. Marina ha entregado su voluntad a Eugenio, aunque no sé dé cuenta, aunque no crea lo que le dice Nerea quien ve con claridad qué está pasando. La relación se convierte en exclusiva y extraña, hasta que es el propio Eugenio quien la corta. Eso a Nerea le supone un mazazo, un momento de angustia y desvalimiento total. Lo que no sabe la joven es que Eugenio la quiere probar con su mejor amigo, Guillermo, lo que da lugar a una escena de celos y violencia que descubre a los padres de Nerea la realidad. Son ellos, su madre, quien le busca el psicólogo y quien no le pierde vista de encima. Nerea se resigna a escribir el relato, aunque, y eso es demoledor, no sabe cómo acabarlo, no sabe. Ella ha perdonado a Eugenio y, en el fondo, se siente culpable de lo que ha pasado y se pregunta si él la habrá perdonado a ella.
Este final abierto nos deja helados, con el alma en vilo y con una sensación angustiosa ya que Alfredo Gómez Cerdá nos pone en la piel de la víctima, que está tan dominada por el fauno, por Eugenio, que duda de la realidad y se refugia en lo que podría haber sido, en su amor que sí fue de verdad.
"Ninfa rota" no va dejar a nadie indiferente, no es una lectura placentera, pero sí necesaria. Está escrita con total respeto y con un conocimiento profundo de todos los puntos de vista, del alma del personaje principal. 
Nerea está pidiendo ayuda a voces, necesita un buen final... ¿Podremos ayudarla?

"El secreto del colibrí",
Ana Alcolea - David Guirao
Anaya, 2019


 Ana Alcolea tiene la capacidad de convertir en verdad cualquier tema que trate. No escribe libros edulcorados, llenos de tópicos y mensajes esperados, no, en absoluto. Ana Alcolea es una observadora de la vida y, como tal, pocas cosas le son ajenas. En esta ocasión retoma algunos personajes que ya conocemos, de "El secreto del galeón" y les permite evolucionar o, tal vez, es la propia escritora la que evoluciona con ellos al darles una nueva oportunidad. Encontramos a Carlos y a Elena, la joven pareja que sigue su relación amorosa, aunque con muchos escollos; tantos que, como suele suceder, no hay un "y comieron perdices", sino un cambio, una vuelta de tuerca. Elena sigue su camino como bailarina y Carlos ha de hacer lo mismo, aunque le cueste aprender a entender qué le pasa y lo pague con su madre, Marga, quien, pese a ser adulta tampoco lo tiene nada fácil ni con su relación con su exmarido, o lo que siga siendo, ni con los problemas que se le vienen encima por le enfermedad de Paquita, la viuda de su marido que, en la actualidad, padece de Alzheimer y, aunque ella no la sienta como madre, se preocupa por su bienestar. Ese es el entramado de la historia presente, la actual, a la que se añade un nuevo personaje, fascinante, Amelia, una mujer guatemalteca que vive en España y trabaja cuidando a personas mayores para poder pagar un buen futuro a sus dos hijos. El personaje de Amelia es rotundo, sólido como una roca, sin fisuras y es el punto de inflexión que necesita Marga o Carlos o la propia Paquita quien, cuando la enfermedad le da tregua, aún dice grandes verdades y, sin enmascar, las sigue formulando en sus momentos de desorientación. Carlos siempre le ha echado en cara a su madre que no la considere de la familia y es posible que así sea, pero tiempo tendrá el lector de entender los sentimientos de Marga y de aprender a no señalar a nadie con el dedo. 
Paralelamente, como le gusta a la escritora, se nos relata una historia muy hermosa, llena de poesía, pero también de dureza y crueldad. Nos situamos en el S. VIII d. C., en plena civilización maya, cerca de Tikal. Una familia, a quien el Jaguar mandó sacrificar, sobrevive gracias al trabajo artesano de la madre, Tenamit. La hija pequeña, Iq, lleva el nombre del colibrí al que ciertamente se parece. Sus tapices son tan hermosos que la reina los manda llamar cerca de palacio para que le teja en exclusiva. Es allí cuando comienzan los problemas y surge el amor entre, ni más ni menos, el hijo del Jaguar e Iq. Mientras, la naturaleza se torna enemiga y el Gran Sacerdote pide sacrificios humanos. Y es ahí cuando Iq tiene un papel decisivo.
Amelia, por su parte, cuando tiene algún tiempo, teje una imagen aprendida de sus antepasadas. Mientras le cuenta la historia a Marga, entendemos que es la misma que, paralelamente, se nos está narrando y casi saltamos del asiento cuando descubrimos que la figura que falta al tapiz es Iq, la pequeña  joven, que realmente se convirtió en colibrí.
"El secreto del colibrí dorado" está narrado en tercera persona y maneja perfectamente los tiempos y los espacios. La evolución de los personajes, asimismo, es impecable, aunque diríamos que quien más evoluciona es Carlos que acaba el relato en Guatemala para cooperar en una ONG en el colegio de los hijos de Amelia y descubriendo, por sí mismo, el principio de la leyenda que da nombre al libro.
Sin duda, un relato bien trabajo y exquisitamente contado, que ahonda en problemas familiares, sean de una época o de otra, en cuestiones sociales. Da también una visión lirica de la naturaleza y, a partir de un objeto, como puede ser un tapiz teje, nuna mejor dicho, una historia emocionante.
Hay que mencionar la portada de David Guirao quien suele ilustrar los libros de Ana Alcolea y conoce perfectamente su mundo. Entre los dos, ciertamente, hay una gran complicidad.
Cabe añadir que con la compra el libro se colabora con ADUYA, organización no gubernamental para el desarrollo de proyectos humanitarios en Guatemala,

viernes, marzo 06, 2020

 "Si et pica un mosquit"
Jordi Gastó - Christian Inaraja
Kalandraka, 2020

A tots ens ha picat un mosquit algun cop, però el que, segur, mai hem pensat en fer alguna activitat alternativa com la que ens aconsella Jordi Gastó per evitar que ens gratem i ens fem mal. I així ens explica: "conec un remei / que et pot ajudar". I comença una enumeració amb rodolins d`una sèrie d´activitats xalades, esbojarrades i plenes d´humor que, de ben cert, faran riure als petits lectors i als grans. Així podem fer saltirons, ganyotes, posar-nos un barret, cantar, tocar el tambor, cuinar, anar a la fira, fer un tomb en barca i arribar a una illa plena de "monstres, fades i follets". També podem construir un castell "vigilat per un drac" o volar en globus... Un munt d´activitats que potencien l´imaginació, que ens poden ajudar l´inconvenient de la picadura. I així arribem al final, ple d´alegria i de sentit comú, que ens torna a la realitat perquè, si ens pica un mosquit, la picadura, per molt que fem un munt de coses, no marxarà, però, ep!, ens divertirem molt.
Capgirar un problema en un moment divertit és tot un repte i ens fa veure els petits inconvenient d´una altra manera, amb perspectiva; però també amb realisme.
Aquests remeis únics contra una picadura ens venen ben acompanyats pels dibuixos d´en Christian Inaraja, aparentment senzills, amb trets ben marcats que permeten entendre les emocions del protagonista al qual un mosquit l´acaba de picar al braç.
Un llibre molt divertit, ple de musicalitat, que es pot llegir en veu alta, fins i tot memoritzar i que va adreçat als prelectors i primers lectors que, no en tenim dubte, en gaudiran molt.
El llibre el podem llegir en català, castellà, gallec i eusquera. Ara ja sabem què fer si ens pica un mosquit!

lunes, marzo 02, 2020




"El libro mágico rel Rey Arturo"
Enrique Pérez Díaz - María García Esperón
2020

Los escritores María García Esperón y Enrique Pérez Díaz armonizan sus estilos y sus formas de hacer para ofrecernos un libro singular, de enorme atractivo visual y cargado de sorpresas.
Escribir acerca del Rey Arturo y de la materia de Bretaña pudiera parecer una osadía ya que son muchos y variados los textos acerca de este mítico rey, no obstante, lo distinto es la mirada con que se nos presenta a los personajes. La leyenda da paso a la vida real. No hay nada más mágico que la propia vida, parecen decir los autores; de ahí que se centren en las emociones, en el otro lado de los personajes, en, por así decirlo, la trastienda. Esa es la grandeza: mostrar lo cotidiano de  Arturo, de Merlín, de Morgana, de Guinevere y de tantos otros. Ahora bien, no acaba aquí la potencia de "El libro mágico del Rey Arturo" porque el lector irá descubriendo pequeños momentos de esa historia, la de los héroes que tal vez no quisieron serlo, la de la espada que hubiera querido seguir en su sitio, la de las pócimas y el quizás, siempre tan relativo, siempre tan escurridizo. No hay verdad inamovible ni eterna, esa es la verdad.
Siguiendo un orden alfabético, cual un juego de hadas o de niños o de niños que juegan a ser mayores o de mayores que quieren ser niños, depende, se nos ofrecen distintos puntos de vista, poemas, cartas, escenas, diálogos, dudas, emociones, amores contrariados, dolores que no se curan, equívocos que se agrandan, esperas que se  consumen... Poco a poco, el tapiz de Arturo, puntada a puntada se va enriqueciendo con momentos que, como breves destellos, permiten al lector de hoy, al más joven también, entrar en el alma de esos personajes cercanos a lo mitológico y descubrir, desde luego, que sus pasiones y dolores y anhelos y deseos y miedos, muchos miedos, también limitaciones, son las del hombre del siglo XXI, ni más ni menos. 
"El libro mágico del Rey Arturo", decíamos, viene cargado de sorpresas, como la baraja de las nueve damas o la presentación, pensada y efectiva, de cada capítulo, así como efectos que causan sorpresa, flores, guirnaldas, letras manuscritas, caballeros, justas y misterios.
Enrique Pérez y María García hermanan sus particularidades y consiguen un texto preciso, lúdico, a veces, estremecedor, otros, que conmueve y emociona. No es obsoleto que el rey Arturo cabalgue de nuevo. Así que bienvenida sea la materia de Bretaña si nos permite hacer volar la imaginación y nos trae los aromas de una época que, para nada, está superada. Avalon nos espera.