domingo, octubre 27, 2013




La perla y el dragón,

María García Esperón,

Quito, Zonacuario, 2013.

Claude es un niño que tiene una cualidad especial: su imaginación desbordante. Claude vive en la aldea de Kermaria, en Bretaña, y allí se siente feliz porque puede proyectar sus ilusiones y creer en otros mundos. No obstante, cuando su familia y él se mudan a París, comienzan los problemas. Allí todo es diferente, pese a que dicen que es una ciudad muy bonita, para Claude “la escuela era una pesada carga”. Tanto es así que comienza a tartamudear y sus compañeros se ríen de él. No obstante, hay una salida para el niño: el espejo que su madre ha puesto en la sala y que a Claude le permite llegar a otros mundos, a aquel cuento que le contó un viejo marinero y a la perla que le dio y que Claude se obstina en custodiar, pese a las malas artes del dragón.
María García Esperón, en La perla y el dragón, nos ofrece dos miradas sobre un mismo hecho, por un lado, la mirada gris y triste, la mirada de aquellos que se obstinan en hacer de la alegría un estorbo y, por el otro lado, la mirada de la fantasía, de la ilusión, de la magia y del sueño. Claude va de una mirada a otra y se encuentra prisionero de ambos mundos hasta que, gracias a su madre, empieza a tomar clases de teatro con María de Céspedes. Pese a su inicial reticencia, María ve en el niño una extraña cualidad y ve que es capaz de transformarse y de inventarse cuando está en el escenario. Empieza para Claude la aventura más fascinante de su vida, que aún perdura.
La escritora mexicana ha querido recoger el legado del Teatro de Sombras de María Céspedes y Claude Kermaria en La perla y el dragón. Es cierto que es en la infancia cuando se fraguan los destinos y la fascinante historia de Claude, el teatrista francés afincado en México, así nos lo demuestra.
María García Esperón se convierte en una narradora audaz que va a los confines del universo con Claude para proteger la perla del dragón y conservarla, pura e intacta, para que pueda seguir siendo la protagonista de tantos sueños infantiles. El cuento que protagoniza Claude y que lo lleva a vivir mil aventuras es el cuento de todos aquellos que han vivido un sueño y que han sido Simbad o Hamlet o Marco Polo o cualquier personaje fascinante porque, para ser, primero hay que creer y Claude creyó en su imaginación, aunque los demás se la quisieran arrebatar.
Desde el punto de vista narrativo, el cuento es impecable y está muy bien construido. Une, como ya dijimos, dos líneas que, al final, parecen confluir. La realidad hostil y el mundo imaginario confluyen gracias al teatro, gracias a la ilusión en estado puro, gracias al aplauso de los que asisten a la función y acaban creyendo con los propios actores.
La perla y el dragón está editado por Zonacuario y forma parte de la colección ¡elé! Jorge Ruiz es el encargado de las ilustraciones que acompañan la peripecia de Claude y se centran en sus ojos, tan hermosos como la perla que guarda. Va dirigido al público infantil, ya lector, aunque, como sucede en muchas lecturas, no hay una separación clara de edad y el relato, con seguridad, traspasará, como hizo Claude, esta frontera e interesará a todo tipo de lector. Al fin y al cabo, como leemos en la contraportada del libro: ¿Cuánto de lo que somos está en juego en la misión de elegir por nosotros mismos? ¿Cuánto de lo que amamos merece vivir como si fuera indispensable para la existencia? Que cada uno dé la respuesta y… empiece, con ella, el fascinante camino que lo llevará a encontrar su propia perla.
Publicado en Pizca de Papel

domingo, octubre 20, 2013

La vida y obra de Teresa de Jesús (contada a los niños), Rosa Navarro Durán,
Edebé, 2013. A principios del S. XXI puede parecer que la figura de Teresa de Jesús esté desfasada y obsoleta y nada más lejos de la realidad. Mujer fuerte, pese a su obediencia, siempre defendió sus puntos de vista y se mantuvo firme en sus decisiones. Por eso, es de agradecer que la Dra. Rosa Navarro Durán nos presente, de forma directa y clara, a esta mujer, quien, con el tiempo se convertiría en Santa Teresa de Jesús.

La vida y la obra de Teresa de Jesús va destinada a los niños, es el propósito de la colección en la que se inscribe, pero estamos seguros que muchos jóvenes y adultos descubrirán por primera vez a esta mujer emblemática.
Teresa de Jesús vivió en una época fascinante, como es el Renacimiento. Alabada por unos, vituperada por otros, persiguió sus objetivos sin desfallecer y tuvo siempre la convicción de que todos somos iguales y de que el dinero no hace mejor a las personas. Pese a su mala salud, pese a vivir en un mundo de hombres, pese a sus superiores y pese al Tribunal del Santo Oficio, la labor fundadora de esta mujer admirable no se detuvo y ha llegado a nuestros días.
Ella escribió por obligación, como tantas otras acciones en su vida, porque así se lo pidieron sus superiores, pero, gracias a ello, nos ha llegado el retrato preciso de una voluntad nunca domeñada.
La Dra. Navarro Durán, muy buena conocedora del Siglo de Oro, sabe de todos los entresijos y se pone al lado de Teresa de Jesús como si la hubiera conocido porque la presenta desde dentro, lo cual hace que el relato, pese a su brevedad, gane en realismo y en calidad.
El libro, ilustrado por Jordi Vila Delclòs, presenta los escenarios por los que transitó la santa abulense y se detiene en sus rasgos, plácidos y serenos.
No hay nada gratuito en el libro, que se lee deprisa, con fruición, con el deseo de atrapar, letra a letra, la grandeza de Teresa de Jesús, la mujer que puso la llaneza por bandera al afirmar “escribo como hablo”.
Excelente propuesta, en suma, la que nos presenta Edebé.

miércoles, octubre 02, 2013


La historia de los bonobos con gafas
Adela Turín – Nella Bosnia,

Kalandraka, 2013.

Adela Turín es, sin duda, un referente en la literatura infantil. Hace más de 30 años inició en Italia la colección “Dalla parte delle bambine” que en España fue editada, en Tusquets, con el título “A favor de las niñas”. Sin duda, es una colección clásica básica para la coeducación y la igualdad.

Kalandraka acaba de reeeditar La historia de los bonobos con gafas que, pese al tiempo transcurrido desde su primera edición, sigue siendo un título necesario porque, por desgracia, sigue habiendo desigualdades de género que debieran estar superadas.

De forma metafórica, Adela Turín nos plantea el contraste entre bonobús y bonobas. Mientras los bonobos se permitían no hacer nada, las bonobas eran las que recogían los alimentos y trabajaban. Los bonobos, por su parte, eran ruidosos y jaraneros. Un buen día los cuatro más espabilados se fueron al extranjero y volvieron sabiendo algunas palabras raras y llevando unas gafas oscuras. Eso hizo que hubiera mucho revuelo y que todos quisieran aprender esas palabras sin sentido y llevar gafas negras. Las bonobas, por su parte, tuvieron que alimentar con más exquisitez a estos bonobos iluminados y, en cambio, no se les permitió ni aprender las palabras ni llevar las gafas. Hartas, decidieron marcharse y empezar de nuevo. Las bonobas fueron capaces de crear unas condiciones de vida más amables, más tranquilas, hicieron juguetes para sus hijos, inventaron instrumentos musicales y protegieron sus casas. Mientras, los bonobos descubrieron que ellos por sí solos no sabían hacer nada.

De esta manera, Adela Turín no solo alude a la desigualdad, sino a la importancia de la educación entre iguales. Bonobitos y bonobitas son tratados por igual por sus madres; eso ya es una puerta abierta a la esperanza. Tampoco escatima ironías ni críticas hacia una sociedad que aprecia elementos que no entiende solo por considerarlos superiores y desprecia sus propias costumbres y tradiciones.

El relato está contado de manera metafórica, como un cuento tradicional cuyo final queda abierto porque, por fortuna, no todos los bonobos eran iguales.

Nella Bosnia ilustra el relato y sus dibujos nos siguen fascinando. Los niños, a los que va dirigida la historia, disfrutarán con las ilustraciones de los bonobos y las bonobas. Los simpáticos monos que nos presenta Nella Bosnia reproducen comportamientos humanos y esa es la ironía que quizá no entiendan los niños, pero sí los adultos. Con sus maletas negras y sus gafas y sus palabras en inglés quieren parecer lo que nunca serán. La reflexión siempre viene bien.

Las nuevas generaciones necesitan libros como este con los que crecieron sus padres. Otro gran acierto de Kalandraka.