miércoles, agosto 28, 2013

El libro de las vocales,
Francisco Álvarez Velasco,
Impronta, Xixón, 2013.
(Fierabrás, 1)


Francisco Álvarez Velasco, en El libro de las vocales (que se puede leer también en versión asturiana), nos ofrece una lección de poesía destinada a los más pequeños, pero con guiños al lector adulto. Elementos populares, del folklore tradicional (las xanas…), se dan la mano con referencias culturales (Clavileño, Cordera, el rey Ubú…). Tradición y modernidad se hermanan sin ninguna dificultad en este poemario lúdico y festivo. Paralelismos, metáforas, juegos de palabras, onomatopeyas, exclamaciones, interrogaciones, personificaciones… son distintas imágenes poéticas que el autor maneja bien. El humor y la fina ironía se cuelan también entre los versos. Destaca el “Soneto en cinco colores”, dedicado a Rimbaud, que es una alegría para la vista y un divertimento del autor.
Hay también elementos cercanos al surrealismo o al nonsense que permiten esa imaginación fresca, pujante, siempre alerta.
El libro se muestra como un homenaje a las vocales que, a la vez, es un homenaje a las palabras y a la libertad creadora. La poesía entra en todos los rincones y muestra que los versos pueden salir de elementos prosaicos y aparentemente poco poéticos (“ni pase Nicanor / tocando el tambor”…). Para Francisco Álvarez Velasco no hay nada que, con su mirada especial, no pueda ser objeto de observación, de mimo y de poesía. Así, por ejemplo, se pregunta acerca del punto de la i:

“¿Cagadita de una mosca?
¿Una pompita que vuela?
¿Punto de un kikirikí?
¿Un copo de nueve negra?”

Una vocal tan complicada de rimar como es la u logra tener, al fin, su propia Nana que, al poeta, le sirve para dormir a su nieta Luna, con otra u, precisamente, en el su nombre:

“Con la u se hace una cuna
Y también una herradura
Para herrar a Clavileño
Y subir hasta la Luna”.

Aprovecha también el autor para contagiar su propio espíritu antibelicista:


“Que no pasen hambres,
Que no pasen guerras”.


Los juegos populares ocupan un sitio importante en los versos de “El libro de las vocales”, como, se observa, en las canciones que dedica a cada una de las vocales que son invitaciones a “que pasen” las palabras con estas vocales. Se consiguen así situaciones estrafalarias y ciertamente divertidas como:


“Que pasen las yayas
Alzando las sayas”.

“Que pase Teté
Con rosas de té”.

“Que pase Sisí
Como emperatriz”

“Pase don Totó
Jugando al yoyó”

“Pase la Lulú
Llamando tú y tú”.


La alegría de vivir está presente en cada uno de los versos del poemario. Las vocales cobran humanidad y protagonizan momentos ocurrentes, a veces excéntricos, otras tiernos y siempre vivaces como es el “Diálogo de la O”, vocal que tiene muchas razones para no querer cambiar.
Las ilustraciones de Graffiti, en un estilo vintage, no solamente acompañan los versos, sino que les dan una mayor proyección y provocan que se fijen distintas imágenes, todas divertidas y chocantes. 
El libro de las vocales es, sin duda, un buen regalo, para grandes y pequeños.

sábado, agosto 24, 2013

¡Papá es mío!,


Ilan Brenman,


Alzira, Algar, 2013.



Ilan Brenman nos sorprende con una historia divertida, ¡Papá es mío! A veces los hermanos compiten por recibir más atenciones de un padre, por ser los primeros… A veces se tienen celos y se desearía no tener que compartir con nadie. Lo que no imaginamos es que el resultado de esta competición desemboque en una catástrofe tan imaginativa como la que nos plantea Ilan Brenman.

Las dos hermanas pretenden que su padre esté solo por una de ellas y tanto tiran del pobre que, al final, se parte por la mitad, sí, sí, literalmente. Con medio padre para cada una no resulta fácil nada porque ya no es el mismo padre ni puede hacer con ellas casi nada. Las hermanas deciden unirse para devolver a su padre la forma original y consiguen un pegamento pega-padres. A partir de ese momento, cuando papá vuelve a ser papá, las hermanas ya nunca más repetirán el título del libro, sino que mejorarán el pronombre posesivo: “papá es nuestro”. Han aprendido la lección.

La historia contiene momentos que rozan el surrealismo y que invitan a la carcajada. Seguro que pequeños lectores se divertirán enormemente con las peripecias de este padre sesgado. Y los adultos, sobre todo los que tienen más de un hijo, entenderán muy bien el sentimiento del padre que, a menudo, ha de partirse en más de dos mitades.

Parece ser que la historia se inspira en la propia realidad del autor quien le añade esa especial manera de ver las cosas que ya nos sorprendió en su Las princesas también se tiran pedos y en Los animales también se tiran pedos.

Los dibujos de Juliana Bollini son imprescindibles para entender la historia, puesto que muestra, de manera muy realista, y en relieve, cada una de las vivencias de este padre y de sus dos hijas. La ilustradora comenta, al final del libro, el proceso que ha seguido a la hora de elaborar los materiales. Primero ha hecho unos muñecos, con papel, cartón, alambre…, y después los ha fotografiado para, al fin, trabajar con las imágenes que, insistimos, son esenciales para seguir la historia.

En definitiva, ¡Papá es mío!, muestra, sin didactismos ni lecciones huecas, la importancia de aprender a compartir los afectos, en este caso, paternos.

Sabemos que en septiembre aparecerá la nueva publicación de este autor tan original y fresco en sus planteamientos, esta vez dedicada a las madres. La aguardamos.

viernes, agosto 23, 2013

Cuando os hagáis pequeños,
Uxue Alberdi –Aitziber Akerreta,
Kalandraka, 2013.


Sucede demasiado a menudo que a los niños se les hurta rápidamente la infancia. Pronto se les impide seguir siendo niños y se les mide por unos mismos parámetros. Parece que todos los niños tuvieran que aprender las mismas cosas a un tiempo, a hacer pipí a los dos años, a hablar lo más pronto posible, a caminar con destreza, a pronunciar todas las consonantes, a escribir su nombre, a leer, a sumar de memoria, a comer con cubiertos… Y poco a poco vamos creando adultos pequeños a los que les faltará siempre ese destello de la imaginación, esa sorpresa que es siempre la infancia.

Sin duda eso lo sabe muy bien Uxue Alberti, la autora autor de Cuando os hagáis pequeños. De manera directa entra en el espacio infantil y aborda aquellas cosas que los niños tienen que hacer, tienen que jugar, tienen que saltar en los charcos, tienen que perder el tiempo (o ganarlo…), tienen que explorar sus emociones y tienen que ser, sin duda, niños.

El libro va destinado a los pequeños lectores desde 6 años, pero pensamos que contiene un mensaje muy claro para los adultos: les recuerda la espontaneidad del mundo infantil y la felicidad que provoca ser niño. Dejar de serlo antes de tiempo no hará que los niños sean más felices, al contrario. Más de un adulto leerá el texto con nostalgia y se reconocerá en la afirmación de no querer hacerse mayor. El libro, no pos casualidad, se subtitula “Cuanto para contar a los mayores antes de dormir”.

Las ilustraciones de Cuando os hagáis pequeños, a cargo de Aitziber Akerreta, son simbólicas ya que combinan el color con el blanco y negro. A los niños les corresponde el mundo del color, en cambio los adultos son los que lo ven todo en blanco y negro, los que han perdido la libertad de la infancia.

El libro parece muy adecuado para esta época estival ya que es el momento del año en que los pequeños pueden jugar y dejar pasar el tiempo sin más aspiraciones que ser niños, de sentirse bien, que sorprenderse y fabular. No es preciso cargarlos de obligaciones ni de deberes:

“Cuando os hagáis pequeños,

Podréis reír y llorar o llorar y reír.

Y después, comeréis tarta de chocolate”.

Y, más adelante, “de mayores querréis ser pequeños”. Hay que dar tiempo al tiempo y permitir que cada niño lo sea a su manera porque no existe, en eso tan misterioso que es la infancia, un libro de normas. Por fortuna. No lo pongamos los adultos.

viernes, agosto 02, 2013

Sira Sol
Mar Pavón - Blanca K
Amigos de papel, 2013


Sira Sol es un cuento mágico, cargado de ternura y de cariño hacia los niños. Está escrito e ilustrado por dos mujeres que, sin duda, aún conservan el brillo de la infancia en sus ojos, si no sería poco probable que captasen con tanto mimo qué siente la pequeña Sira al irse a dormir y cómo concilia el sueño.

Sin imaginación no se puede vivir ni sin fantasía ni sin ilusiones. En la cabeza de un niño anidan mil sensaciones, mil palabras, mil cuentos, mil deseos y mil quimeras. Sira, la protagonista del libro que hoy nos ocupa, cada noche se duerme con la música de su móvil. Esa sería la percepción del adulto, al observar cómo la niña contempla esas figuras cambiantes que danzan sobre su cabeza. Ahora bien, Mar Pavón sabe que las cosas no son así de fáciles y que si la niña se duerme con la sonrisa en los labios es porque tiene un secreto, el secreto de Sira y el Sol. Todos los animales que giran en su móvil están ligados a un sol que es quien les da vida y los agrupa. Así, una vaca, un gallo, una oca y un burro piden permiso a la niña para girar y la niña, con un guiño, se lo otorga, pero es el sol quien pone condiciones: todos girarán a su alrededor. Y eso a los animales del móvil no les importa lo más mínimo porque, por fin, son el centro de atención de alguien, de Sira. La niña es la única que entiende que su móvil no es solo un juguete, porque contempla con los ojos del corazón.

Y así, despacio, Sira se va quedando dormida, por eso no ve a un último animal que ya no llega a tiempo de girar porque, el pobre, como buen caracol, es muy lento.

Sira Sol está escrito por Mar Pavón de manera cautivadora, manteniendo estructuras paralelas y permitiendo que, como en una pequeña obra de teatro, todos los personajes tengan su actuación. Sira los contempla y se deja seducir por ese vaivén que la lleva al sueño. Las ilustraciones de Blanca BK muestran a Sira como una espectadora de excepción, porque acompaña a cada uno de los animales. La ambientación es nocturna, pero está tan llena de luz que representa que, para Sira, dormir es la puerta a la fantasía. Los animales, el sol, los signos musicales… todos arropan el texto y permiten al pequeño lector o al que aún no sabe leer que se deleite con las imágenes y se imagine también dormido, como la propia Sira en la portada, entre todos los animales.

Sira Sol está editado por Amigos de Papel y es un libro muy cuidado, que muestra una tipografía cambiante, adecuada para los pequeños lectores. Sin duda, es un cuento para ser leído por las noches, como preparación al sueño e introducción a la magia de la fantasía infantil. Sira Sol demuestra que la hora de dormir no es el final del día, sino el principio de una aventura.

jueves, agosto 01, 2013

Violeta,
Elena Molist,
Amigos de Papel, 2013.



No siempre es fácil explicar a los más pequeños que las apariencias engañan, que a menudo lo más importante, lo esencial, como se lee en El Principito, no se puede ver, pero sí sentir. De ahí que sea necesario explicarlo mediante la metáfora o acudiendo a otros personajes. Es lo que ha hecho Elena Molist en Violeta. Violeta es una oruga muy crítica consigo misma, que piensa que es muy fea y decide ocultarse. Ahora bien, Violeta sabe valorar la belleza y le encantan las flores. Y es muy sensible gracias a esa riqueza interior que posee. La oruga se hace continuas preguntas que nadie sabe contestar porque, donde vive, ella es la única oruga. Es una araña, un enemigo potencial del insecto, quien le da las respuestas y la orienta porque Violeta, con el tiempo, se convertirá en una hermosa mariposa, aunque ella aún no lo sepa.

El cuento, destinado a los primeros lectores, no solo habla de las falsas apariencias, sino de la importancia de saber escuchar y del deseo de aprender. Además alaba las virtudes de la paciencia, del recogimiento y de la confianza. Violeta aprecia los colores más que nada. De ahí que su nombre, como un reclamo, siempre se reproduzca con el color violeta.

Violeta tenía la autoestima muy baja, pero eso no le impidió seguir buscando hasta descubrir su verdadera identidad. Conocerse a uno mismo es una tarea a la que podemos dedicar toda una vida.

El libro se presenta en formato de álbum ilustrado dentro de la colección Bichiamigos de Papel. Las ilustraciones son de la propia autora y nos muestran unos dibujos tiernos, de colores suaves, en los que Violeta se muestra en toda su belleza, porque al pequeño lector, sin duda, no le parecerá fea la oruga, sino simpática, de grandes ojos y expresión calmada.

Violeta explica la metamorfosis de oruga a mariposa, pero no se queda solo en el plano natural, por decirlo así; sino que Elena Molist se para a escuchar y recoge las emociones y el proceso que sigue nuestra oruga hasta convertirse en mariposa hermosa y volar. Cuántas veces la propia persona se infravalora y han de ser los amigos o algún observador imparcial quien le descubra todo su potencial. Un cuento para leer en familia y permitir una buena reflexión posterior.