jueves, junio 07, 2012

Mandrágora,
Laura Gallego, Pearson 2012.
Alhambra Joven.



Mandrágora se publicó por primera vez en 2003. Ahora se ha recuperado en rústica y, sin duda, muchos serán los jóvenes lectores que se interesen por las aventuras de Miriam en la corte del rey Héctor.
Laura Gallego enlaza la magia con el amor, el respeto a la tierra, la amistad y la Edad Media, puesto que la acción se desarrolla en una corte medieval. El rey Héctor necesita un nuevo sabio porque el anterior, Cornelius, desapareció en extrañas circunstancias. Lo que no sabe es que se dedicaba a la nigromancia y que estaba al punto de organizar un verdadero ejército de caballeros espectrales. El nuevo sabio es Zacarías que pide, como requisito, que lo dejen vivir con su discípulo. Zacarías no va acompañado de un joven, como todos esperan, sino de su hija, Miriam, una chica que ha viajado mucho, que sabe leer, que está instruida, pero que desconoce las artes de una corte.
Mandrágora defiende la educación de la mujer y nos habla de un tiempo en que las jóvenes de clase alta, princesas y nobles, solo eran educadas para lucir bien, para ir bien vestidas y peinadas y, en todo caso, sabían bordar. De ahí que Miriam choque con su pelo rizado, sus modales poco femeninos y su gran sabiduría; ahora bien, a Miriam, como a cualquier otra joven, también le gusta gustar y también le llega el momento de sentirse enamorada, aunque sea de la persona equivocada, el príncipe Marcos.
La corte del rey Héctor es una corte que está instalada en la paz, algo tópica, muy cercana a los cuentos de hadas, aunque con cierta crítica hacia esos estereotipos, no solo por la alusión a las mujeres instruidas, sino por otros detalles, como el papel de la reina o el de la dama Brígida.
El libro también alude a algunos temas muy queridos por Laura Gallego, como son las Guardianas del Bosque, mujeres que dedican su vida a proteger la naturaleza y a recordar que sin ella el mundo no es nada porque en las fuerzas telúricas está la verdad. Es más, la propia Miriam descubre, asombrada, que ella misma es una Guardiana del Bosque, aunque al principio no lo acepte, porque no quiere ser bruja, aunque lo es. Miriam, de alguna manera, crece a lo largo del relato y entiende que ha de buscar su propia vida.
En suma, Mandrágora es un libro interesante, cuajado de referencias al latín, a la Edad Media, a las artes mágicas, a la ley de la caballería. Es un libro que gustará a los lectores desde 12 años porque, de alguna manera, plasma el crecimiento emocional que ellos mismos puedan seguir, con independencia del tiempo y el lugar. Miriam aprende a aceptarse y quiere seguir madurando, aunque eso le suponga renunciar a algunas cosas que también le gustan. Aprende también a respetar a los demás y a no juzgar de antemano. Buenas herramientas para ir por la vida.